El nevecón

7 Feb

Virginia Mayer, tú no tienes la culpa de ser gorda,

¡Pero yo tampoco!

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Siente mi cuerpo una presencia extraña,

se acalora ante tu simple presencia…

Si tu culo fuese una tostada, necesitaría un remo para untarla.

*

Se llena de ternura mi corazón vacío…

y se abren mis alas para abrigar tu frío,

Eres una gorda hermosa que folla a la carta.

¿No es paradójico eso? ¡Amor mío!

*

Nace una fuerza extraña de asustar al miedo…

tienes un closet envidiable, ¡No te creo!

Se centra en mi pensamiento la sola idea de verte libre,

En tu traje de dos piezas,

descalza en la playa superando todas tus inseguridades.

¡Tampoco te creo!

*

Anhelo el día de verte flotar con tus propias alas,

Difícil ha de ser ladrar y morder,

Como nos quieres hacer creer,

siendo -como eres- periodista de KienYKe

(la versión digital de El Espacio).

*

Te imagino con los ojos cerrados,

Al son de la voz divina del humorista

Daniel Samper Ospina o,

tal vez

la de crítico de cine, Ricardo Silva.

Los imagino a los dos recitando con voz queda:

«¿Jugamos al adivino? vos te sientas

en mi cara y yo adivino cuánto pesas».

*

No quiero voltear y verte atrás, ni quisiera ver tu sombra nada más…

Por eso toma mi mano y déjame levantar tu vuelo

Toma mi mano y mira al cielo

Toma mi mano y ajustemos el ritmo, para estar siempre paralelos al camino…

*

Sospecho que todos tus amantes insaciables

Al terminar la faena deben decir estupefactos:

«Gorda! vos me haces gozar el doble,

una vez cuando acabo y otra cuando te bajas de encima!».

 

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Una respuesta to “El nevecón”

  1. sexaltation 23 junio, 2013 a 17:20 #

    Reblogueó esto en Muggle.

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