Archivo | diciembre, 2017

Juan y yo desde la mirada de una lectora apasionada

19 Dic

Ella significa el conocimiento, la sabiduría, la altanería, el cerebro entrenado desde que estaba en la hemeroteca organizando palabras, desde que descubrió que la vida no era tan complicada y se dedicó a hacer todo tan simple, sin filtros, tan expuesta con su armadura, con sus ensayos que me volvieron a enamorar de mi idioma natal de todos los libros que abandoné por estudiar matemática, de la gran generosidad de su alma al aconsejar la importancia de ser curioso, de movilizar las neuronas, la avidez de aprender, de leer, de salir de esa cárcel tan ingrata que es la ignorancia. Los ensayos de ella me sirvieron para conectar con mi amigo del alma, qué bonito era imprimir alguno de sus ensayos y traducirlos al francés y que él llegara en la tarde y tomáramos una cerveza. Me decía que ella era totalmente lúcida, que conocía el corazón de Flaubert y cómo amaba ver ese momento en que él sonreía cuando organizábamos la fiesta del ron y él quería recitar un poema, pero me dijo que tenía que ser de Baudelaire, y que le vin en nuestra fiesta era le rhum. Cómo agradecí a la vida conocer a Ensayista, cómo era de importante esa mujer de fortaleza envidiable en mi vida. Qué divertida fue esa noche, las luces apagadas, solo teníamos velas y él con su acento francés perfecto recitaba este poema, qué sublime era todo.

L’âme du vin (rhum)
Un soir, l’âme du vin chantait dans les bouteilles :
” Homme, vers toi je pousse, ô cher déshérité,
Sous ma prison de verre et mes cires vermeilles,
Un chant plein de lumière et de fraternité !

Je sais combien il faut, sur la colline en flamme,
De peine, de sueur et de soleil cuisant
Pour engendrer ma vie et pour me donner l’âme ;
Mais je ne serai point ingrat ni malfaisant, etc..

Ella me pregunta que si la odio, pero es imposible, por qué tengo que odiar a alguien que me conecta con mi parte sensible, esa parte la única importante, el amor puro.
El significa la profundidad. Un campo magnetico muy intenso del universo, un agujero negro que consume todo lo que está cerca y lejos, que fascinación despierta él, qué poder de entendimiento, cómo es capaz de saber la debilidad de los otros, de leer a una persona así esté lejos, así sea totalmente ajena; qué sensación de vulnerabilidad se debe sentir en su presencia, su magia, su encanto infinito, su sensibilidad y sabiduría todo tan finamente guardado, tan exclusivo, tan entregado en dosis tan pequeñas, tan sutiles.
Ella significa el amor quijotesco bonito, de dedicar boleros, de dar serenatas, de escribir largas cartas, de flores y de romanticismo disparado recitando poemas en francés. Que bien se sentiría amarla.
El es el deseo, la pasión descontrolada, la obsesión al límite, las ganas de verlo, el miedo a perderlo, pero que él se resiste porque es muy libre, porque no necesita a nadie. Qué mal se siente amarlo.

Siento que la mezcla de los dos sería un volcán de pólvora que estallaría en mis manos, que no aguantaría tanta fuerza, tanta violencia, no sé si la perfección sería una mezcla de lo que me gusta de ella o lo que me provoca de él.

Carta abierta a Jorge Iván Cuervo (@cuervoji en Twitter)

19 Dic

Sé que no soy de su agrado desde hace mucho tiempo y creo saber por qué: es usted un hombre machista, clasista y amigo de que los secretos de sus amigos poderosos se queden muy bien guardados. Hace ya varios años me ocupé de una de sus grandes amigas y eso a usted lo marcó para siempre en contra mía porque una persona como yo no puede burlarse de personas como ustedes y entonces durante varios meses estuvo diciendo que yo NO PUEDO ser una mujer porque soy muy inteligente, muy hábil y escribo muy bien y que soy UNA MALA PERSONA. ¿Alcanza a ver los niveles de su machismo? Subestima tanto a las mujeres que si aparece una que desenmascara impostores intelectuales, falsos sabios, falsos profetas, falsos eruditos… es una persona mala y no puede ser una mujer. Si esos impostores son amigos suyos entonces su dolor y su ira se multiplican, se convierte en una especie de señora histérica descontrolada.

Si quien quitara mascaritas fuera un amigo suyo seguramente celebraría la habilidad de semejante portento, hasta diría que está al lado de Quevedo o de la inexistente critica cultural en Colombia. ¿Me equivoco?

Está hecho usted un mar de lágrimas porque Catalina Ruiz-Navarro perdió todo el prestigio como intelectual, feminista, filósofa, defensora de Causas y experta en poses y el nivel de su odio hacia mí es tan ciego y tan desproporcionado, tan locamente desmedido, casi como si fuera una señora menopáusica, que cree que LA LOCA ELSY se inventó un plagio de 40 páginas en un trabajo de grado en la Universidad Javeriana porque soy mala y voy por ahí dañando la honra de gente admirable, así de emocional es su mente, así lo pone a procesar pensamientos su machismo y su clasismo.

El hecho de que desde hace más de seis años venga denunciando las incoherencias de Catalina Ruiz-Navarro no me convierten en loca ni en mala persona sino en profeta. En vez de llenar su cabeza de veneno porque le molesta mucho que yo pueda ver primero donde nadie más no puede ver debería felicitarme por ser tan inteligente, por saber ver, por no fallar nunca en mis hipótesis sobre impostores de toda pelambre.

cuervo

¿Machismo, racismo, clasismo o simple odio?

19 Dic

Con ustedes el comentario dejado en Facebook por Laura Gómez Camargo, a propósito del plagio de 40 páginas de Catalina Ruiz-Navarro en su trabajo de grado en la Universidad Javeriana denunciado ayer por una figura a la que esperamos ahora sí la Universidad Javeriana y los medios tengan en cuenta para analizar el delito cometido por la columnista, feminista, abanderada de varias causas, todas relacionadas con la ética y la justicia.

Laura cree que si yo denuncio el plagio soy la negra Candela; si es el hombre blanco, rubio, alto, de apellido raro -me refiero a Mario Jursich Durán- es sensacional y debe tomarse en serio. Tengamos en cuenta que Laura es admiradora de Catalina (es decir, feminista) y de forma implícita da a entender que lucha por la justicia y el orden:

“Elsy Rosas Crespo no hace ninguna denuncia de ningún tipo, es como un perfil tipo la negra Candela, llena de bobería y calumnia sin análisis de nada ni crítica de nada. Importante sería sacarla/lo de este debate para que lo del plagio sea tomado enserio, porque yo también vi esto compartido por ese perfil y me pareció otra de sus quejas sin fundamento ni rigor. Ahora que lo veo compartido por Mario, cambia la cosa”.

En Colombia no hay escritoras

19 Dic

Carolina Sanín no tiene talento, sentido del humor ni gracia pero se empeña en ser reconocida como una de las grandes escritoras colombianas del Nuevo Milenio. Posa de feminista irreverente, sueña con que es la fusión entre Quevedo y Fernando Vallejo, se toma por la mejor copia de las humoristas norteamericanas a las que tanto imita con logros bastante lamentables -porque Carolina no nació con la vis comica– y aunque quiera renegar de su clase se siente cómoda en su condición privilegiada. Con esos antecedentes es imposible hacer arte, feminismo, humor o cualquier objetivo que se proponga en la vida.

Cada cierto tiempo Carolina arma un escándalo y logra su objetivo: trascender Facebook y crear alboroto a partir de una tontería y esas actitudes de niña mimada siempre arrastran a seres inocentes bien sea porque atenta contra instituciones prestigiosas o porque al querer hacer el bien termina haciendo el mal y cae la máscara de algún impostor. Con la última travesura intelectual de Carolina Sanín fueron varias las damnificadas, todas mujeres, claro, y no precisamente porque el heteropatriarcado haya querido prescindir de mujeres en un tonto evento en París (ese fue el origen de todos los males) sino porque gracias al show de más de cincuenta mujeres que no saben escribir -incluida Carolina- descubrimos que en Colombia no hay escritoras consagradas como Gabriel García Márquez o Fernando Vallejo y que estamos muy mal de crítica literaria y de aproximaciones feministas a apuestas estéticas cuando son abordadas por mujeres. No hay escritoras, no hay críticas y el feminismo está en manos de Carolina Sanín y Catalina Ruiz-Navarro. El panorama no puede ser más desolador.

Carolina no quiere ni respeta a Catalina pero Catalina cometió la torpeza de seguirle el juego a Carolina y escribió una columna “demoledora” contra García Márquez que ha sido objeto de análisis por parte varios críticos hombres, ninguna mujer. ¿Dónde están las críticas colombianas?

El mandato de Carolina Sanín fue contundente: si hay diez hombres en París el Ministerio está obligado a encontrar a las mujeres, a las escritoras colombianas. Y entonces las mujeres empoderadas empezaron a buscarlas y terminaron encontrando a las modelos SoHo que ya pasaron de moda por viejas y gastadas, porque ya fueron a todas las ferias y fiestas del cuerpo y están agotadas. Encontraron a las escritoras consagradas que no alcanzan el nivel de los hombres y siguieron buscando para hacer una gran lista de mujeres que escriben y las listas no son muy extensas, son listas cortas y son tan escasas nuestras maestras de las letras que terminó colada en los listados hasta Estefanía Uribe Wolff. El panorama no puede ser más desolador.

De lista en lista y de Manifiesto en Manifiesto hasta los señoritos Ricardo Silva Romero y Juan Esteban Constaín trataron de alzar un poco la voz y parecer un poco indignados y acompañaron a las exmodelos y a otras mujeres a decir en tono de reproche: ¡En Colombia sí hay escritoras!

De este lamentable circo llamado Cultura Colombiana hay algo que podemos rescatar: por fin los lectores expertos y el público en general están empezando a notar que Catalina Ruiz-Navarro pasó por la universidad pero no fue tocada por el mundo académico y su feminismo y empoderamiento son tan frágiles que se pueden desbaratar en dos columnas. Esa es la noticia positiva.

Feminismo dañino y distorsionado

19 Dic

La maestra del plagio Catalina Ruiz-Navarro en su última columna ahora sí tocó fondo en el arte de la estupidez, la superficialidad y el feminismo tonto: no invitaron a las malas escritoras colombianas a París y la niña rebelde que posa de feminista sin saber nada de feminismo llegó a unas conclusiones que harían llorar de vergüenza a un estudiante de literatura de segundo semestre de cualquier universidad del mundo. Con ustedes Cata la feminista hipster y boba a conciencia:

Sobre Remedios la Bella se podría escribir un largo ensayo sobre la mirada predadora masculina y el acoso. Tan machista era Gabo que en su verde vejez tuvo el nervio de escribir las Memorias de mis putas tristes, que además de ser un irrespeto simbólico a su fiel esposa, Mercedes, que literalmente lo mantuvo para que escribiera su gran obra, es una fan fiction de La casa de las bellas durmientes de Kawabata, que cuenta la historia de una suerte de prostíbulo a donde los viejos verdes impotentes van a restregársele a doncellas dormidas, es decir, es un libro sobre violaciones. Estos son los tropos de los escritores latinoamericanos, los del Boom son casi todos asquerosamente machistas, y hasta Neruda en sus memorias confiesa una violación “casual” que el escritor comete cuando ve a la empleada que le arregla el cuarto y “le dan ganas”. Pero el machismo en la literatura no lo vamos a notar hasta que leamos a las mujeres. No puede ser que toda nuestra imaginación esté sólo alimentada por las ficciones que escriben los machos.

Lo que de verdad importa

19 Dic

Para amar. Para ser amado. Para nunca olvidar la propia insignificancia. Para nunca acostumbrarse a la inefable violencia y a la vulgar disparidad de la vida que te rodea. Para buscar la alegría en los lugares más tristes.

Para perseguir la belleza hasta su guarida. Para nunca simplificar lo que es complicado o complicar lo que es simple. Para respetar la fuerza, nunca el poder. Sobre todo, para ver. Para tratar de entender. Para nunca mirar hacia otro lado. Y nunca, nunca, olvidar.

Arundhati Roy

Feminismo estúpido

19 Dic

En Colombia ha aumentado de forma desmesurada la cirugía estética. Somos potencia mundial en convertir a las mujeres en dóciles muñecas de carne que sonríen con dulzura y son amables y sumisas. Una extranjera llega a Medellín y queda con la boca abierta al ver la idea que tenemos del cuerpo de las mujeres en la tierra de Pablo Escobar. La muñeca de carne -por ser muñeca- no puede tener olores y entonces se educa a las mujeres desde los medios para que sean buenas muñecas sin olores y cuidadosamente decoradas para salir a conquistar el mundo. Toda la publicidad muestra a las mujeres como muñecas dóciles, alegres y apetecibles ante la mirada ajena, especialmente la mirada de los hombres, esa es la invitación de nuestros anunciantes.

En Colombia el reguetón se convirtió en el rey y las letras y los videos de los éxitos mundiales muestran a las mismas muñecas del párrafo anterior bailando y disfrutando de la fiesta con el derroche de energía típico de la juventud. La belleza, la docilidad y la pulcritud hacen juego con la sumisión que se espera de las mujeres con estas letras y ritmos pegajosos. Nadie lo puede evitar.

Una vertiente del feminismo colombiano dice que las mujeres nos podemos vestir como nos dé la puta gana y podemos ser autónomas, tomar decisiones sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas y por eso podemos ser prostitutas feministas. Mujeres que trabajan a conciencia en el mercado de la carne con su cuerpo de muñeca, su ropa de muñeca, su baile de muñeca, su limpieza de muñeca y su amor a la plata fácil obtenida en el contexto de la rumba. La prostitución en Colombia está tan disparada como la cirugía estética y el reguetón y el éxtasis adornado con feminismo hacen de la rumba colombiana un espectáculo del que quieren disfrutar propios y ajenos. En Colombia también se disparó el turismo y es bien sabido que se consiguen prostitutas muy baratas en todo el país porque la competencia es fuerte y la mayoría de las mujeres se nivelan a partir del salario mínimo colombiano, el peor en América Latina después del de Perú. Ellas se esmeran por ser hermosas muñecas pero no son conscientes de lo bellas que quedan y no cobran lo que vale la mercancía sino que van muy por debajo del precio justo y todos felices, especialmente los turistas.

En Colombia se disparó la violencia contra la mujer, el embarazo adolescente, el número de violaciones y desapariciones de mujeres. Podríamos desarrollar estos temas también pero no vale la pena porque lo que quiero tratar es el feminismo estúpido, el del acoso sexual que se concentra en hacer ver a las mujeres como inocentes cuando salen con sus cuerpos de muñecas y esperan de los hombres respeto y reverencia como si se hallaran ante una santa de los últimos días y ni una sola palabra sobre sus grandes atributos. La fabricación en serie de mujeres con rasgos de muñeca no es un invento del hombre común sino del marketing y la mujer conoce bien el juego que juega cuando recurre a la cirugía estética y se esfuerza por vaciar el cerebro y rellenar el cuerpo para luego forrarlo con ropa diseñada para muñecas de carne. Es un despropósito total que estas respetables damas pretendan jugar el juego de la provocación y esperen de los hombres respuesta de muñeco de caucho. Vacío de deseo y sin sentimientos.

Nunca como antes en la historia del feminismo se había distorsionado de manera tan vergonzosa un asunto tan serio. Demos gracias a Dios que están muertas Virginia Woolf y Simone de Beauvoir y sintamos vergüenza cada día de nuestra triste existencia por haber nacido en Colombia: el país de las putas, los traquetos, la violencia, la corrupción, la impunidad, el plagio, la injusticia, el feminismo del puterío y la tontería que tanto dañó le hace y le seguirá haciendo a las mujeres más tontas de esta tierra triste abandonada por Dios. Si Dios existe no debe saber que Colombia existe y ojalá que nunca se entere porque qué vergüenza el dizque feminismo que les dio por practicar aquí.