Las redes sociales son más adictivas que el basuco y cuando las personas torpes usan las redes sociales suelen mostrarse más torpes de lo que pueden llegar a ser hablando o escribiendo por más educación, viajes y amigos que hayan sumado a lo largo de sus tristes vidas.
Luciana parece la hija de Carolina y tienen mucho en común: son mujeres feministas, mamertas arrogantes, cuaderneras convencidas de que son más feministas y más mamertas que las demás mujeres y además forman parte de la rosca intelectual colombiana, que también tiene tentáculos en el exterior; forman parte del grupo de niños y niñas mimados, malcriados y caprichosos convencidos de que las redes sociales son más que una congregación de adolescentes solitarios con dificultades para relacionarse en la vida real con otros seres humanos. Ellos creen que van a cambiar el mundo y que sus jefes tienen que postrarse ante ellos porque están acostumbrados a satisfacer todos su caprichos porque así fueron educados por sus padres.
Ellos, unos veinte mocosos de más de treinta y cinco años que sólo han sabido relacionarse con gente como ellos porque no les gusta juntarse con la chusma y que gracias a esa marginación voluntaria son unos tarados sociales, gente torpe a más no poder para usar las redes sociales y las relaciones laborales, pobres seres desvalidos y blandengues que a pesar de que tengan cédula desde hace mucho tiempo y a pesar de que se sientan muy seguros porque son muchos -como si fueran adolescentes norteamericanas de una institución de educación media- ellos, en su inocencia, creen que tienen más poder que las instituciones para las que trabajan porque hablan fuerte en las redes sociales y son retuiteados por centenares de personas que aspiran a existir aunque sea en los sueños de estos poetas, pensadores, profesores y locos.
Carolina Sanín fue despedida de la Universidad de los Andes por andar peleando con los niños más groseros de Facebook y Luciana Cadahia fue despedida de la Javeriana al parecer porque adoctrinaba a sus discípulos en Cátedra Petrista. Carito lleva como cinco años en esa pelea y Lucianita lleva una semana pero ha armado mucho más alboroto.
Para el lector frecuente de este blog va la siguiente pregunta:
¿En la Universidad Javeriana explicarán primero si ya terminaron de revisar el trabajo de grado de Catalina Ruiz-Navarro para saber si incurrió o no en plagio en más o menos cuarenta páginas o le explicarán primero al país y a la Comunidad Académica Internacional por qué Luciana Cadahia fue despedida de la Universidad sin una razón?
Todos los semestres las universidades públicas y privadas renuevan su planta de profesores y es algo a lo que estamos acostumbrados desde hace mucho tiempo. ¿Por qué Lucianita arma semejante show cuando ella y todos sabemos que en este momento en Colombia a centenares de profesores no les renovarán el contrato o serán despedidos sin ninguna explicación y les desearán éxitos en sus proyectos futuros?
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