En Twitter han hackeado cuatro cuentas célebres: la de Alvaro Uribe Vélez, la de Isabella Santodomingo, la de Daniel Samper Ospina y la mía, las cuatro han sido celebradas con euforia más o menos similar: A Alvaro Uribe Vélez «le penetraron» la cuenta y se hicieron chistes con «Uribe penetrado» durante varios días, la contraseña de Isabella Santodomingo era isasan123, entonces comprobamos que ella no es inteligente, se comentó el hecho durante casi una semana; en mi caso celebraron la hackeada porque es pretencioso autodenominarse @ensayista en Twitter, se supone que me dieron una lección de humildad.
Al humorista le fue peor que al político, la modelo y la intelectual porque a él nos lo revelaron a través de sus correos:
«Falta casting para darle contraportada: la más famosa es Sylvana, de resto hay una marimacha y Marcela Alarcón, que es «arrechante» pero «gurrecito». Un hit adentro, pero son exageradas para contraportada. ¿Qué me sugieres? ¿Se lo planteo de entrada a Sylvana? ¿Qué me aconsejas? ¿Cómo las ves tú? Guárdame la espalda, tú no has visto nada».
¿Qué pienso de los hackers? Sigo pensando lo mismo que pensé en diciembre cuando me hackearon la cuenta a mí: es delincuencia, es miserable, cobarde, no es esa la forma de confrontar a los usuarios… Pero no sé por qué extraña razón siento que el caso de Daniel Samper Ospina nos ha servido para conocer mejor al director de la revista Soho y para hacernos una idea de la relación estratégica entre esa dirección y la selección de las periodistas-modelos en W Radio Colombia. No es agradable imaginarse a las candidatas a periodistas en la entrevista de ingreso con «Julito»: «Eres bella, muy bella, tu voz enamorará a los oyentes, pero eso no nos basta, sabes que tarde o temprano te pediremos que compartas tus encantos con los lectores de la revista Soho. ¿Qué opinas? ¿Estás dispuesta? Dime que te excita la idea».
Me imagino que Daniel Samper Ospina está sufriendo como sufrió Vladdo cuando intentó dejar Twitter y a la semana siguiente volvió vencido y como diciendo: «gente linda de Twitter, no puedo vivir sin ustedes, esta cuenta es mi razón de ser». Vladdo sufrió porque es adicto a esta red social y la adicción es más fuerte que la vergüenza (cualquier borracho de cantina lo sabe), él no es culpable, no ha cometido ningún delito, se dirá antes de dormirse cada noche. Daniel Samper Ospina debe sentirse bastante abochornado -mucho más que Vladdo- porque sus frases andan en boca de todo el mundo, como en su tiempo andaban en boca de todo el mundo las frases de Doña Gloria. Cuánta gente se dirá en el futuro entre risas: «Eres arrechante pero gurrecito».
Creo que el humorista sufre porque por primera vez se ve ridiculizado gracias a su propia exposición y, entonces, el payaso más célebre de Colombia es ahora la persona más ridiculizada de Twitter. No me gustan las frases que todos usan pero en este caso vale la pena decir: «Le dieron a beber de su propia medicina», «Con la vara que midas serás medido», «Lo que digas en cualquier momento se vuelve en contra tuya».
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