Anoche fue 31 de diciembre y -como siempre- estuve compartiendo en familia. En un momento pasé a revisar mi cuenta de Twitter y uno de mis tantos detectives no remunerados y no convocados compartió esta imagen a través de un mensaje privado conmigo. La vi, me impactó y como no me la puedo sacar de la mente la quise compartir con ustedes porque si no escribo lo que pienso de la bendita foto me gano un dolor de estómago y -ya saben- lo que más amo y cuido es mi salud.
En la imagen aparecen en pose informal y descomplicada Javier Moreno, Alejandro Gaviria, Katherine Ríos y Jorge Orlando Melo. La niña alzada es la hija de Javier Moreno, creo. Hay un ministro y un gran intelectual, un hombre joven que presume con su combo de Año Nuevo (gente importante) y una joven esposa de un hombre muy culto pero muy viejo que no me deja dormir en paz desde hace varias noches.
Yo admiraba a Jorge Orlando Melo por sus reflexiones sobre la lectura y porque fue director de la biblioteca Luis Angel Arango. Vine a ver fotos suyas en las redes sociales, lo leía desde hace mucho tiempo sin interesarme en ver su cara, sólo lo pensaba como intelectual, como un gran intelectual colombiano. Viendo sus fotografías, enterándome de su vida privada a través de la redes sociales, vuelve a mi mente la frase triste que dice: «si te gusta el libro no conozcas al autor». Las redes sociales echan a perder la imagen que teníamos de las personas ilustres, de los autores que nos conmovieron con sus ideas. Para mí es una gran pérdida, no lo puedo negar.
Desde cuando supe que Jorge Orlando Melo es el esposo que Katherine Ríos, la geógrafa de la Universidad Nacional que nunca ejerció, una especie de secretaria del Maestro, la encargada de organizar su obra en una página web; cuando vi que él puede ser cuarenta o más años mayor que ella, no dejo de pensar en los dos como pareja, en su séquito de admiradores que hacen todo lo posible por posicionar a Katherine Ríos como una mujer con méritos intelectuales sólo por ser la esposa de Jorge Orlando Melo. Cuando noto que nadie cuestiona que él podría ser el abuelo de ella me vuelve a fastidiar la condición humana porque es vil, despreciable, interesada, zalamera, disimulada y arrodillada ante el poder, ante la imagen que representa la gente importante, es casi como si el viejo tuviera derecho a su niña sólo porque es Jorge Orlando Melo, un gran intelectual. Para mí eso es simplemente asqueroso, más cuando es consentido y casi aplaudido por su club de fans en Twitter (sin nombrarlo a él, claro).
¿Qué hace él con esa mujer tan joven? ¿qué hace ella con ese hombre tan viejo? ¿qué piensan los fans de la pareja que hablan de temas serios como si no fuera serio pensar en la pareja dispareja? Todos callan, estoy intrigada y admirada, casi desconcertada.
Los comentarios a la fotografía también fastidian mucho, Javier Moreno es digno de la envidia de su público -que quisiera estar allá en vez de él y posando para la foto, claro- y con ese propósito publicó la fotografía. Es un juego, una exhibición. Si no hay registro fotográfico el encuentro es irrelevante, se puede decir que no existió. Esto lo veíamos en Facebook, las fiestas de los muchachos jóvenes presumiendo con su trago barato. Ahora vemos a las figuras públicas de renombre representando el mismo papel. ¿A dónde hemos llegado?
¿Con qué objeto publicar esto? ¿Un juego, una exhibición? ¿Si no le muestra a sus seguidores lo que piensa de gente que ni siquiera la toma en serio —no en vano ya se le ha empezado a conocer como «la mequetrefa»— entonces sería como si no lo hubiese pensado?
por que no te aumentas el tamaño de los senos, serias una gran milf
Gurrecito, cómo empieza el año con un post tan 1978-2013 suyo? No podía evitarlo verdad? Sumercé, toda una cougar en regla, que no le llamo al ICBF porque el Andresito se ve un poquito mayor ya, cómo va a llamar asaltacunas a Jorge Orlando? Ya infantilizó a Andresito, ahora va a infantilizar a Katherine que es un alma de Dios y disfruta del amor puro? Infrahumano se quedo corto en adjetivos deleznables con usted. Me fastidia empezar el 2014 con un comentario come este, la odio por esto.
Soy talla 38B, no le puedo pedir más a Dios porque padecería fuertes dolores de espalda.
Elsy:
No entiendo por qué le desagrada que alguien «mayor» tenga una esposa o novia «menor». Se me ocurre que puede ser por alguna consideración moral o de un orden similar, pero quiero estar seguro.
Un saludo,
AAM
Siquiera lo importante es la copa y no el ancho de la espalda.
Y así acomoda uno todo en palabras. Menos su proceso mental; ese es imposible acomodarlo.
he perdido mi valioso tiempo leyendo tus profundos comentarios sobre gente que me es tan indiferente como lo que últimamente escribes, antes eras chevere ensayista…
Es muy inspirador que estés pendiente de la vida de los demás que de alguna forma quisieran emular tu capacidad intelectual. Porque es claro que siempre has sentido que haces parte de ese grupo, lo que pasa es que es un grupo elitista al cual no pertences y por eso prefieres criticarlo desde afuera. Esa libertad de la que algún tendrás que quejarte pues en tu vida apareceran seres despreciables o dignos de críticas de otros que puedan ser igual o más intelectuales que tu.
Ese es el papel que decidiste tener, la mujer de tuiter que incomoda, que quiere incomodar «diciendo las cosas como son», que quiere ser señalada retuuiteada, insultada o admirada, porque de lo contrario tu actitud perdería todo el sentido. Darle razón a estas palabras solo reconfirma lo vacía que eres. Una persona que necesita esta clase de reconocimiento es porque poco o nada le interesa ser una persona distinguida por lo que le aporta a la sociedad y por eso prefiere hablar de los que si aportan en algo. Es una especie de Graciela Torres (negracandela) del mundo que ella decidió considerar intelectual en tuiter. Alimentas un estereotipo porque quieres ser parte de el. Y tus reflexiones no dejan más que un sabor de envidia, generar controversias insulsas inversamente proporcionales a tus ambiciones.
Estoy de acuerdo con rodolfo Llinas
Hay varias cosas en ese “análisis” que hace la muy señora ensayista:
1. Se ocupa de una cosa que aunque todos, digo todos para referirme al universo de tuiteros indignados, dicen que no tiene ninguna importancia, terminan dándole la importancia que no tiene cuando se desagarran las vestiduras ante semejante “ataque”. ¿Si no tenía importancia el asunto, no era mejor haberlo dejado pasar de largo como lo que es: un ejercicio de mala leche?
2. En realidad el asunto tiene importancia. ¿Cómo así que no es importante saber cómo y por qué se realizan las alianzas matrimoniales o los pactos de catre? Claro que el asunto reviste todo el interés!, hasta el punto que, si no me traiciona la memoria, es uno de los recursos utilizados por los representantes de la historia de las mentalidades. Ahora bien, lo que no resiste ninguna importancia es el contexto en que se presenta el asunto. Una cosa es la realeza bizantina y sus relaciones de catre en un contexto de cambio histórico y resignificación de las relaciones de poder y otra el contexto en el que se desenvuelve nuestra “intelligentsia” criolla. El desarrollo de esta criollísima intelectualidad no reviste ninguna importancia, ni siquiera para trollearla con mala leche.
3. Lo que si queda clarísimo con todo el asunto, es la capacidad de infinita lamboneria con el que las estrellitas de twitter, y sus áulicos seguidores, acostumbran esconder tras de lisonjas, los episodios que en otros casos y otras personas saldrían a señalar, convertir en objeto de burla o clasificar en categorías como “guiso”, “manteca”, “jean sin bolsillos”, y todas las demás categorías con las que revisten su muy sospechosa distancia moral, social y/o, entran risas grabadas, “intelectual”.
Lo que en otras es “trepadurismo social”, en ellas es “amor puro y verdadero”; lo que para las otras es “promiscuidad”, en ellas es “la búsqueda identitaria”, lo que en otras es plagio, en ellas es “confusión creativa”.
La andanada que recibe doña ensayista es una andanada moral de quienes creen poseer el lugar moral desde donde disparar. Es verdad: que feo lo de doña ensayista. ¿Verdad?, eso mismo es lo que todas ustedes, porque en su mayoría son mujeres, hacen con las otras personas la mayoría de la veces. Eso.
Gracias por el comentario. Ya era hora.
La bloguera comparte el síndrome del procurador y de todos los autoritarios de la especie: se sienten con derecho a intervenir la vida privada de los ciudadanos.
Bienvenido a este humilde espacio, Maestro. Me extraña y me duele que me compare con el procurador. No es necesario exagerar.
La humildad es una característica de las personas, no de los espacios ni de las opiniones, y en el mismo momento en que se dice que algo o alguien es «humilde» se desmiente por sí solo.
Usted lo que es, es una vieja HP, conque derecho se cree para criticar las relaciones de los demás, vieja fea amargada.
Me parecen egoístas los viejos que se pasean con las jovencitas exhibiéndolas como su trofeo, como la manera de satisfacer su mezquina vanidad. Someten al escarnio público a las pobres mujeres que como en el caso que la Autora menciona, tienen que vender su libertad por una solvente posición económica o social. Si es mucha la gana de aspirar los perfumes de una mujer joven y de experimentar la tersura de su piel, hagan honor a la inteligencia como de la que presume uno de los protagonistas de la nota, y sean más honestos; compren la muchachita que les de la gana. Las hay de todos los precios y de todas las variedades. hasta las pueden pedir por catálogo y a domicilio. Definitivamente es más decente.
Gracias por tu comentario, me parece muy pertinente.
Al margen de las consideraciones o intereses de uno y otro y analizándolo solo como un despistado espectador que pasó por aquí, noto que hay varias cosas fusionadas y al final abigarraron el límpido cuadro. No quiero tomar partido. Hablo solamente de lo que sé. Una relación con tantos años de diferencia es necesariamente disfuncional. La compatibilidad de la pareja incluye la similitud en años, para envejecer juntos e ir compartiendo lo que cada uno experimenta y abandona con la ayuda del otro. El señor, hace tiempo envejeció y ella tal vez carece afectivamente de muchas cosas, pero cada uno paga su precio. En éstos casos la luna de miel implica que ella «no sabe como se hace» y a el «ya se le olvidó».
¡Maravilloso!
Quise decir más o menos lo mismo que tú pero con diferentes palabras.
A mí me gusta lo que usted escribe y cómo lo escribe. Sigo su blog y leo algunas cosas que recomienda. Sé que rara vez se equivoca elaborando perfiles de personajes como éstos.
No estoy equivocada, ten la plena seguridad.
Vieja hijueputa tan metida.
Es la cosa más estupida que he leído hoy, es como leer un articulo de revista barata donde el protagonista es el chisme de la vida de un intelectual . No puedo creer que la que escribió esto sea una literata, que mofa a la academia ; que te den trabajo en la revista vea.