Archivo | agosto, 2018

El placer de terminar un libro de quinientas páginas

22 Ago

Acabo de terminar un libro sobre el hedonismo: todas las formas posibles de disfrutar la vida y morirse de la risa a lo largo de los tiempos. No es un tema nuevo para mí porque a eso he consagrado la vida: a vivirla bien vivida, despacio y de forma consciente, sin llorar por el tiempo perdido ni por los momentos olvidados fruto de las lagunas mentales gracias a la borrachera o por los abusos del cerebro y la sensación de que se acerca la locura como consecuencia de sesiones intensas de lectura frenética que pueden durar varios años.

No hay nada como volver a repasar la lección tomada desde hace más de treinta años gracias a la Filosofía, especialmente a la eudemonología, el arte de aprender a vivir que divulgó el hombre que más despreció la vida y la vivió bastante amargado, el pobre Schopenhauer.

Dice el autor del libro que los mejores placeres son gratuitos y en eso estamos de acuerdo: caminar, reír, tomar la siesta, burlarse de la gente, ver sufrir al prójimo, ver cómo mata a su esposa el autor del libro titulado Cómo salvar tu matrimonio, beber café sentada en mi silla favorita pensando en cómo la mayor parte de la gente no sabe vivir y se morirán sin saberlo porque viven como ganado vacuno.

Lo mejor de los placeres se concentra siempre en el final: final del almuerzo, final de una fiesta, final de una tarde en familia, final de un libro.

El final más feliz siempre será el final de un libro de quinientas páginas porque nos convence una vez más de que tenemos mucho tiempo libre para pasar las horas moviendo los ojos de izquierda a derecha sin ningún propósito mientras los demás trabajan como mulas, viajan como tontos y corren detrás del dinero como putas.

a7b7fcc9d645d80b14411d5bb270daa5

Carolina Sanín no se cansa de hacer el ridículo

21 Ago

Supe de la existencia de Carolina Sanín en 2010, he escrito unos diez posts en este blog sobre su colección de salidas poco inteligentes a lo largo del tiempo en diferentes escenarios y todavía no deja de sorprenderme; parece que no tiene límites, se empeña en seguir dejándonos con la boca abierta, asombrados y desconcertados cuando intenta ser graciosa, ingeniosa y jacarandosa aunque ya todos sabemos que carece por completo de estos atributos por una razón simple: no es inteligente y, por la misma razón, tampoco es talentosa ni graciosa y así es muy complicado escribir literatura y representar la sátira y el humor.

El humor es inteligente o es Daniel Samper Ospina en YouTube o Sábados Felices en Caracol televisión. Así de simple. Y si Daniel Samper Ospina parece gracioso, Vladdo y Matador parecen críticos, Fabio Rubiano parece un Maestro de Artes Escénicas, Ricardo Silva Romero parece un escritor, Margarita Rosa de Francisco parece filósofa, Catalina Ruiz-Navarro parece feminista y Carolina Sanín parece talentosa no es porque lo sean sino porque los medios convencen de esa mentira a los espectadores poco críticos que repiten lo que oyen decir en los medios y por eso es que estamos cada vez más hundidos en la corrupción y el subdesarrollo.

Para hacer humor se necesita inteligencia, para ser ingenioso se necesita inteligencia, para hablar y escribir con fluidez se necesita inteligencia y eso es algo que Carolina Sanín parece no entender porque confunde humor, ingenio y desparpajo con llamar la atención como sea sin pensar en contextos, alcances, consecuencias ni reacción del público. Parece no saber mucho de estrategia.

No vamos a repetir de nuevo aquí la suma de ridículos que ha representado, sólo los vamos a enumerar para ver cómo se supera a sí misma con cada nuevo acto creativo o irreverente que termina haciéndola ver todavía menos inteligente de lo que ya es:

  1. Escribir un libro para niños que desespera a los niños.
  2. Ver El patrón del mal en el Ipad es leer.
  3. YouTuber por un tiempo en representaciones disfrazada haciendo chistes que no hacen reír.
  4. Disputa con integrantes de un grupo de Facebook (Chompos) que le costó el despido en la Universidad de los Andes.
  5. Intento de ser Dorothy Parker y no hacer reír ni siquiera a los espectadores de Sábados Felices.
  6. Disputa con Matador (el caricaturista sin talento) en una feria del libro con gritos, insultos y manoteos.
  7. Pose de Fernando Vallejo en Twitter sin la erudición, la inteligencia, el humor, el ritmo, la creatividad ni la gracia de Fernando Vallejo.

La mirada de Antonio García Ángel

11 Ago

No conozco a nadie porque nací arrogante y aunque me he cruzado con mucha gente a lo largo de la vida no hago ningún esfuerzo para recordar nombres, ocupaciones, escalones sociales o posiciones en el hall de la fama. Tampoco recuerdo caras.

Muchas veces me han preguntado por personas con nombre propio y mi respuesta siempre es la misma: no lo conozco. No lo conozco aunque esa persona me conozca, sepa mi nombre, lea lo que escribo, haya conversado conmigo un par de veces y hasta se tome por amigo mío.

Casi siempre camino mirando hacia ninguna parte porque mi ocupación favorita no es mirar sino pensar, pero muchas veces siento que me miran con atención, como si me conocieran y algunas veces miro bien a la persona que me mira tratando de entender quién es y si alguna vez hemos hablado y casi nunca puedo saber quién es el que me mira.

Ayer estaba en la biblioteca y vi que alguien me miraba, lo miré para tratar de saber si sabía quién era y por qué me miraba como me miraba. El me miraba, yo lo miraba, él me volvía a mirar, yo lo volvía a mirar y al final el pobre hombre me miró con mirada lastimera, como de perro apaleado, y yo decidí mirar para otro lado.

Lo mirada lastimera de perro apaleado en el rostro de un hombre me conmovió un poco, me pregunté por qué alguien a quien nunca había visto antes mi miró con esa cara, como si temiera un golpe en la espalda de mi parte con una porra, como si conociera la contundencia de mis golpes y lo implacable de mis palizas.

Mi compañero de viaje estaba haciendo la consulta en la biblioteca y mientras él miraba el catálogo le narré la conmovedora historia, él detuvo un momento la búsqueda, me miró a los ojos y me dijo sonriendo: ¡Es @erizodemar!

Era Antonio García Ángel el hombre con mirada de perro apaleado, la eterna promesa de la literatura colombiana, el remedo de escritor de quien me he ocupado varias veces en este blog, el mismo hombre que me había mirado antes (en Avenida Chile) y yo no había visto y sí había visto mi amigo que goza viendo la mirada y la reacción de otros mientras me miran.

Cuando mi amigo llegó a la biblioteca yo estaba mirando el teléfono y el perro apaleado me estaba mirando a mí. Vio cómo nos miramos él y yo cuando nos saludamos, después me miró con mirada de perro porque seguramente pensó que yo sabía a quién estaba mirando y no, no lo sabía.

160413223655344

Turismofobia

11 Ago

Desde que tengo uso de razón leo libros y desde que empecé a relacionarme con gente que lee libros todos repiten como loras que TENGO que viajar porque un lector que no viaja es como una prepago sin tetas y culo de silicona.

Mis primeras lecturas fueron libros de filosofía -especialmente memorias, diarios y cartas- y mis favoritos eran siempre los escritores sinceros que sabían quedarse solos leyendo en su casa mientras nos explicaban a otros lectores que sabíamos quedarnos solos leyendo en nuestra casa por qué viajar nos enferma, nos roba el tiempo, nos deja ver lo más bajo de la condición humana, nos convence de que todos somos el mismo simio y nos convierte en seres banales como la mayoría de los amantes del buen comer, el buen vestir, los buenos vinos y los buenos viajes; la mayoría de los buenos viajeros creen que entre más lejos mejor, más elegante.

Sócrates no quería viajar, Séneca no quería viajar, Kant no quería viajar, Bukowski no quería viajar. A lo largo de la Historia la gente más inteligente no quiere viajar porque saben que es tan absurdo como casarse y tener hijos para soportar mejor el peso de la existencia, para olvidarse de que existen, para matar las horas con múltiples ocupaciones.

La gente más tonta -que es mayoría indiscutible porque Dios es sabio- vive en familia y sueña con viajar y la miseria del mundo actual puso a medio mundo a conocer al otro medio mundo y los sitios más turísticos son lugares emblemáticos para ir a ver turistas porque el turismo desplazó a los habitantes, a quienes tuvieron la mala suerte de nacer en un sitio turístico.

Venecia y Barcelona son las ciudades más azotadas por la llegada de millones de turistas desesperados por su deseo de comer, beber, mirar, tomar fotografías y estos pobres seres no pueden ver las ciudades ni los museos porque no hay espacio para caminar y las masas de desesperados destruyen el tejido social y hacen que los habitantes tengan que irse a otras ciudades porque ya no hay vivienda; cada día construyen más hoteles y las casas y apartamentos se usan para arrendárselo a los turistas y, entonces, eso empobrece más a los habitantes y nadie los puede ver porque ellos no quieren que los turistas los vean porque los turistas son la peor desgracia que llegó a sus vidas y las destruyó.

las tomamos de afuera -especialmente de Estados Unidos y Europa- con la ilusión de que pueden aplicarse aquí y, como siempre, terminamos siendo la caricatura de actos caricaturescos en otros países. Con los progres colombianos se repite la misma triste historia que con las culturas urbanas: la payasada local llega demasiado tarde casi siempre, la copia de la copia de una payasada venida de afuera con el sello de lo juvenil, lo rebelde, lo contestatario… pero ya todos sabemos que los rebeldes del piercing y el tatuaje serán siempre los eternos ridículos desde 1960 hasta nuestros días aquí o en cualquier lugar del mundo.

El progre es rico y ve los países pobres y a sus habitantes (nosotros) con cariño y mucha conmiseración, pero no quiere vivir en Colombia, en Cuba ni en Venezuela; el remedo de progre colombiano instalado en Bogotá no querría vivir en Tarazá o en Tambo sino que llora a los pobres y a sus muertos desde la comodidad del hogar y busca muchos favs y muchos rts gracias a la refinada elaboración de sus tuits, fruto de un largo proceso de depuración de sus estados anímicos archisutiles.

Progres en Colombia

11 Ago

Colombia es un país insignificante sumido en la pobreza, la apariencia, la ignorancia, el machismo, el pensamiento conservador, la violencia, la fe inquebrantable en Dios y en todos los Santos (aunque muchos digan que son ateos para parecer rebeldes y contestatarios) y con la idea vista desde adentro -especialmente desde Bogotá por personas que vienen de la provincia a vivir aquí la idea de lo que consideran ellos es volverse bogotano-, desde la perspectiva de los neobogotanos super chic al mejor estilo Sandra Suárez en sus bicicletas y con sus carteleras como Catalina Ruiz-Navarro en sus plantones en minifalda para defender todo tipo de Causas (pacifismo, feminismo, animalismo…) para parecer buenos, sensibles y comprometidos; ellos dan por sentado que somos un país en vía hacia el desarrollo porque vienen de un tierrero todavía más lamentable que Bogotá, asumen que estamos conectados con el mundo como cualquier gran capital, se solazan con la idea tonta de que Colombia va bien y mejorando… pero indagando en internet sobre algo tan banal como ¿qué es ser progre? para saber si esa tontería está conectada con la corrección política y la autocensura, con el famoso “hay ciertas cosas que no deben decirse” y con el “todos somos buenos por naturaleza y debemos ser empáticos con los seres sufrientes y con los que no tienen voz”, pensando en tonterías de ese calibre auspiciadas por las redes sociales podemos convencernos de que seguimos siendo además de un país insignificante sumido en la ignorancia, la pobreza y la violencia, además de todo eso que ya somos, parece que estamos condenados a seguir siendo el eterno país sumido en el ridículo porque todas las ideas las tomamos de afuera -especialmente de Estados Unidos y Europa- con la ilusión de que pueden aplicarse aquí y, como siempre, terminamos siendo la caricatura de actos caricaturescos en otros países. Con los progres colombianos se repite la misma triste historia que con las culturas urbanas: la payasada local llega demasiado tarde casi siempre, la copia de la copia de una payasada venida de afuera con el sello de lo juvenil, lo rebelde, lo contestatario… pero ya todos sabemos que los rebeldes del piercing y el tatuaje serán siempre los eternos ridículos desde 1960 hasta nuestros días aquí o en cualquier lugar del mundo.

El progre es rico y ve los países pobres y a sus habitantes (nosotros) con cariño y mucha conmiseración, pero no quiere vivir en Colombia, en Cuba ni en Venezuela; el remedo de progre colombiano instalado en Bogotá no querría vivir en Tarazá o en Tambo sino que llora a los pobres y a sus muertos desde la comodidad del hogar y busca muchos favs y muchos rts gracias a la refinada elaboración de sus tuits, fruto de un largo proceso de depuración de sus estados anímicos archisutiles.

¿Quién es Sara Tufano y por qué está tan crecida?

11 Ago

No se puede luchar durante años con un enemigo poderoso sin terminar por parecerse a él. Este hecho psicológico explica los extraños fenómenos a que estamos asistiendo: a ciertos antinazis no les basta con que los jefes alemanes sean fusilados y ahorcados, añoran formas más crueles y muertes más lentas; no propician la seguridad sino la venganza y el odio; animados de un fervoroso sadismo dan rienda suelta a las pasiones que justamente detestamos en el fascismo. El espíritu fascista renace así, sutilmente, en el alma de sus propios victimarios.

Ernesto Sabato, en Uno y el universo.

Desde hace menos de un mes tenemos presidente electo en Colombia: Iván Duque. Su rival de contienda fue Gustavo Petro, quien desconcertó en la campaña presidencial con el manejo que le dio a las redes sociales y con la forma en que llenó plazas en todo el país con un discurso y unas promesas que cambiaron el discurso y las promesas de los demás candidatos.

Todo fue muy hermoso pero el presidente será Duque y ni Petro ni sus fans en redes sociales parecen haber asimilado esa realidad. Da la sensación de que siguen en campaña y esa campaña se ha vuelto agresiva, es como una especie de jauría de perros rabiosos que atacan en masa o se atacan entre ellos y ya hay varias facciones de lobos o perros petristas que se toman por el jefe de la manada y uno de esos perros rabiosos es precisamente Sara Tufano, nuestro objeto de estudio.

Sara Tufano no existía en internet antes de la campaña de Gustavo Petro, se dio a conocer de forma tímida cuando se discutió sobre el plagio de Catalina Ruiz-Navarro en el trabajo de grado en la Universidad Javeriana; Sara se presentó como feminista académica al lado de otras dos feministas académicas: Isis Giraldo y Vivian Martínez. Las tres estuvieron más o menos de acuerdo en que Cata es un poco deshonesta y rumbera aunque el origen de su causa feminista sea noble. Las tres creían que Cata debía aceptar que incurrió en un delito, que fue deshonesta y que lo justo sería que asumiera el hecho, pidiera perdón, prometiera no volver a copiar ideas de trabajos ajenos y siguiera su carrera como feminista pop. Todavía no sé qué es feminismo académico pero tengo entendido que las feministas académicas practican la sororidad y antes de la campaña de Petro Sara era una feminista divinamente que se llevaba bien con Isis y con Vivian, era el feminismo académico más civilizado practicado por mujeres empoderadas que además de eso tienen títulos y honores académicos.

Todo era perfecto pero ese idilio se echó a perder desde cuando Sara se volvió famosa e influyente y descuidó la amistad virtual con Isis y con Vivian y prefirió ponerse al lado de Carolina Sanín, Luciana Cadahia y sus respectivos novios, maridos, o machucantes: Simón Ganitsky y Juan Cárdenas. Estos cuatro tortolitos también sacaron provecho de la campaña para promocionarse como pensadores sensibles y comprometidos con la Causa junto con otras amigas sin talento que quieren aparecen como sea en la Historia de la Literatura Colombiana, por ejemplo, la niña Gloria Susana Esquivel.

¿Cómo fue el ascenso a la fama de Sara Tufano y por qué está tan crecida?

Veamos:

Sara Tufano es columnista de El Tiempo y en una ocasión escribió un texto sobre el centro que le gustó a papá Petro, le gustó tanto que la replicó en su cuenta de Twitter y mucha gente leyó esa columna y se dieron muchos favs y rts a Sara y la empezaron a seguir y se volvió famosa en Twitter en menos de dos meses y ahora no practica la sororidad con Isis ni con Vivian sino que las humilla en público y sus perros rabiosos salen en manada a atacar sólo porque Sara es famosa y están ciegos y sordos y aunque las otras feministas académicas tengan razón ellos no pueden entrar en razón porque son masas ciegas de imbéciles que se guían por la fama en internet y dan favs y rts de forma automática sin que los mensajes pasen al cerebro sino que llegan directamente a las vísceras.

Como en una telenovela mala y predecible de las que no veo pero me imagino muchos partidarios enceguecidos con favs, rts, fotos con famosos y nuevos contactos de gente influyente que conoce a otra gente influyente y plazas a reventar pensaban que Petro ganaría y ganarían ellos -gracias a la lagartería- un puestico y más seguidores. La pobre Sarita -como la llaman algunos admiradores- parece no saber o da la impresión de que no sabe cómo se cocina en esta cocina, en este gallinero horrible llamado Colombia. No la condeno, la veo como una mujer inocente que nunca había tenido una pizca de poder en la vida y diez mil seguidores en una red social. Con algo tan insignificante como una campaña presidencial y una pizca de poder virtual nos ha mostrado el potencial que podría desarrollar como tirana si llegara a saber lo que es el poder real, el poder que da el dinero, la burocracia o la política.

Sara Tufano se jacta de ser académica y de haber estudiado a fondo a Pierre Bourdieu. Si es cierto que lo leyó podemos concluir que lo leyó mal o que el poder que se gana desde el teclado le hizo olvidar a Sara que Bourdieu es crítico con el poder y con las reacciones irracionales. Si lo hubiera leído sabría que para Bourdieu ella es una víctima del sistema que cree conocer.

Twitter y la Colombia Humana

11 Ago

Desde hace menos de dos semanas tenemos nuevo presidente: Iván Duque.

Gustavo Petro fue un Fenómeno en las redes sociales, especialmente en Twitter, y el fenómeno creado por los estrategas de la Nueva Política -que ya es bastante vieja- hizo que muchas personas se atragantaran de dopamina digital; sentían que el triunfo en las redes sociales, la euforia en las redes sociales, el ruido en las redes sociales y todo lo que pasó en las redes sociales alrededor del candidato de la Colombia Humana sería imparable.

Muchos llegaron a sentirse politólogos, otros soñaron con encontrar trabajo pegados a la fama de su candidato y los más inocentes pensaron que la euforia no terminaría nunca y parecen desconocer la ley que dice que todo lo que sube baja y todo lo que empieza se acaba y la campaña se acabó, se acabó la fiesta en la plaza y es hora de cambiar de tema, resignarse a la idea de que siguen siendo gente común que debe seguir luchando en el mundo del autoempleo.

En medio de su inocencia muchos petristas conservan el ímpetu de hace tres o cuatro meses y han cambiado la política del amor por la política de la guerra y andan peleando entre ellos y con los que votaron en blanco.

Colombia definitivamente es un circo pobre y por más divertido que pueda llegar a ser el espectáculo también llega a agotar. Ojalá que los petristas encuentren una nueva campaña con Esika o con Yanbal para que vuelvan a sentirse influyentes, poderosos y gente divinamente.

Colombia y el autoempleo

11 Ago

Desde la edad de la conciencia, es decir, cuando cumplí nueve años, supe que había nacido en el país equivocado (aunque viviendo en cualquier lugar del mundo probablemente hubiera sido la misma persona); lo sabía sin haber leído mucho, sin haber vivido mucho y sin haber conocido ningún lugar ajeno a El hogar. A medida que pasa el tiempo me siento más lejos de ser eso que podría llamarse ser colombiano porque este país y su gente se aleja cada día más de lo que he sido, pensado y sentido a lo largo de la vida gracias a la lectura y la idea de realizar a través de la experiencia las grandes ideas del Pensamiento Universal y una forma de vivir muy sencilla que nada tiene que ver con el espíritu traqueto que parece incrustado de forma definitiva en esta Nación de corruptos y avivatos.

Anoche vi este gráfico y sentí compasión por mis compatriotas, no sabía que la mayor parte de estas personas que se toman por empresarios viven del rebusque porque trabajo no hay. Nunca me he sentido elegante, distinguida ni de buen gusto pero al parecer, a la luz de lo que el gráfico revela, vivo en un país todavía más triste de lo que había imaginado.

Debe ser muy duro ser colombiano con todo lo que eso implica:

Vivir de la apariencia
Creerse rico
Despertarse cada día pensando en cómo solucionar los problemas económicos de la siguiente hora.