Tag Archives: Jaime Bayly

No leo para aprender sino para obtener alguna forma de placer

8 Jul

No quiero educarme, hablar otros idiomas o saber la historia de la humanidad. Antes leía ensayos, libros de historia, biografías políticas para saber quién gobernó de tal año a tal año, qué ideas políticas prevalecieron, quién ganó y quién perdió la lucha perpetua por la gloria y el poder. Ahora nada de eso me interesa. No leo para aprender sino para obtener alguna forma de placer o goce. Por eso suelo leer novelas que cuentan la vida de gente ordinaria como yo. Nunca intento seguir leyendo cuando se me entrecierran los ojos. No hay placer superior que el de evadirse de la realidad, no ya leyendo sino durmiendo y esperando con curiosidad las historias que viviré en mis sueños, en las que suelo ser un hombre seductor, aventurero, valiente, emprendedor, todo lo contrario de lo que soy en la vida misma.

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No es Fernando Vallejo, es Jaime Bayly

28 May

Paso por el haití y chequeo desde el carro si hay algún chiquillo guapo dando vueltas por ahí. lástima: no hay nada rescatable, apenas unos cuantos viejos derrotados esperando la muerte en esas mesas mugrientas, tomándose un cafecito cortado y hablando necedad y media, y una que otra vieja arrecha con el pelo pintado y el calzón rojo que le regaló el  coronel que es su amante,  y los mismos mozos de siempre, gordos, abnegados, arrugados, metidos en sus gastados uniformes, con sus pelos engominados y sus caras de trambollo y sus sufridas manos de oso peludo, todos esperando a que den las dos de la mañana para cerrar el haití y zafar culo y regresar al día siguiente. qué vida tan dura, carajo. admiro a esa gente que trabaja de verdad.

Jaime Bayly - La Noche es Virgen

Las huellas de mis ardores confundidos

20 May

Es a ti a quien odiaba como nunca te había odiado. Nada justificaba mi rabia, lo sé -yo te había maltratado y tú eras libre de salir con quien quisieras-, pero, víctima de mi propia miseria, me sentía intoxicado por el rencor y quería una venganza. Celos, despecho, pura abyección: esa noche supe lo que es sentir un ataque de celos -nunca he vuelto a caer tan bajo. Caminé entonces hasta tu departamento, engatusé con mis conocidas mañas al portero del edificio para que me abriese la puerta, subí al piso nueve y te esperé en la puerta. Me da vergüenza decirte el plan que tramé contra ti, pero te lo digo igual: cuando te viera llegar sola, después de que hubieras gozado con Rafael, sólo quería decirte puta, y luego besarte violenta, apasionadamente.  ¿Por qué sentí esos celos tan sórdidos? ¿Por qué quería agredirte, si era yo quien te había apartado bruscamente de mi vida? No lo sé, Melanie. No tengo idea. Sólo te cuento lo que sentí y pensé aquella noche mala. Por suerte, nunca llegaste. Te esperé hasta las cuatro de la mañana y me cansé de esperarte. ¿Sabes lo que hice antes de irme?  Tan cegado estaba por la furia y el deseo que, de pie frente a la puerta de tu casa, me toqué con violencia, pensando en ti y en Rafael y en mí, y dejé en el suelo las manchas húmedas de mi derrota. Te prometo que nunca más dejaré, en la puerta de tu casa, las huellas de mis ardores confundidos.

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Treinta y seis frases célebres

14 May

Desde hace cuatro meses mis conversaciones con Juan Lozano son meritorias y  la humanidad pierde no poco al privarse del privilegio de oírnos hablar. Como la vida suele ser generosa no hablamos sólo cara a cara sino que también nos comunicamos por escrito. Las frases maravillosas que compartiré a continuación forman parte de una conversación reciente, más exactamente del 12 de mayo de 2016, hace apenas dos días. Como somos pensadores y sabios nos comunicamos a través de sentencias, como somos seres influyentes y con ideas fuertes no importa quién dijo qué ni en qué contexto.

Sin intentar imitar a Cioran ni a Nietzsche somos sabios pontificando.

Con ustedes las sentencias de dos pensadores de nuestro tiempo:

  1.  Me he acostumbrado mucho a leer en PDF. Y fragmentos de cosas. Qué mal.
  2. El PDF no es muy recomendable porque la lectura es superficial. Se leen con juicio las primeras cinco páginas. Eso dicen los expertos. Yo sigo prefiriendo los libros impresos.
  3. Bayly es una perra del establecimiento. Es una gorda pastillera individualista.
  4. Eso de publicar las intimidades de los demás, ser el portavoz de eso me parece algo cuando mínimo muy fuerte. A mí me siguen gustando las abstracciones.
  5. Bayly es muy bueno en medio de su mediocridad. Nadie es tan valiente, ni siquiera Vallejo.
  6. Ahora está mejor de salud. La esposa es como la esposa de Bukowski. Lo cuida mucho.
  7. A todo viejo le gusta la juventud. A mí me gustan hasta las de 15. Soy un enfermo.
  8. A mí siempre me han gustado los niños.
  9. Lo mejor es morir joven. La vejez está sobrevalorada. Siempre se tienen que inventar misticismo y bobadas para justificar la vejez.
  10. No tengo nada contra los viejos y me gusta hablar con ellos.
  11. A mí me gusta vivir bien, evitar el dolor, pero no me gusta guardarme tanto. Me gusta lo del presente, como lo del orientalismo rebajado.
  12. En los 60s por la alta ingestión de LSD se desarrolló el género de la ciencia ficción.
  13. Me quedan pocas neuronas. Pero tengo conexiones extrañas que me dan cierta lucidez. Soy un robot buena gente y tierno.
  14. Con LSD sentí conversaciones distintas al mismo tiempo con la misma persona. Como universos paralelos. Una conversación del futuro en el presente.
  15. Creo en la teoría M un poco, eso de que el tiempo es un círculo plano. Los universos paralelos. Como si al lado de esta pantalla hubiera otra con lo que vamos a escribir en un rato.
  16. Es una experiencia muy loca con la tierra. Sentí como que dialogaba con un árbol. Y veía pentagramas. Me sentía muy iluminado. Luego la música se escuchaba de verdad en estéreo.
  17. Me pasa que he rechazado sexo con mujeres y cuando tengo necesidades sexuales ya ellas no quieren. Es la maldita ley de Murphy o lo que sea.
  18. Somos como Sísifo, sí. Llevando una puta bola hasta el fin. Malditos dioses.
  19. Yo no he fantaseado con ser prostituta sino puta. La plata me parece indigna, creo que el sexo tiene que ser gratis.
  20. No se debe cobrar por algo que es placentero para las dos partes.
  21. Es la idea de que si se puede cobrar por hacerlo es mejor cobrar. Se goza y se gana. Un buen negocio.
  22. No me gusta sobar mi carne con todo el mundo.
  23. A mí me da pesar con las putas y con los que tienen que pagar.
  24. Las chicas de ahora saben mucho. Ya no se dejan tramar tan fácil.
  25. Soy un viejo sacerdote en un cuerpo más o menos joven.
  26. El porno de profesoras con gafas es bueno.
  27. La crueldad humana a nivel lúdico es muy divertida y placentera.
  28. La idea de volverse loco haciendo un drama y luego recapacitar y reír.
  29. El sexo después de las peleas es muy bueno. Salvaje.
  30. Siempre es bueno el sexo.
  31. Hágales la propuesta. Por mucho le dicen que no.
  32. No me conviene comprar cereales. Me acabé dos cajas en tres días.
  33. Tuve un mozo al que quise mucho. Duramos un año.
  34. El estudio no sirve para nada. La mayoría de la gente termina casada, gorda, con hijos y no leen nada. Trabajan por la plata.
  35. Lo del orientalismo rebajado me tiene entusiasmada.
  36. Podríamos ser dos detectives de homicidios. Siempre dialogan en el carro.

Autoficción pura

9 May

Todo lo que el hombre ha contado en sus novelas proviene de su propia vida, su memoria, que acaso reinventa de un modo caprichoso lo que cree que ha vivido. Todo se origina en el río caudaloso que es la vida, nada es impostado, libresco, aprendido de una biblioteca. El hombre ha escrito numerosas veces su biografía turbulenta y pecaminosa y quizás ahora predecible. «Ya basta -piensa-. Ya he contado mi vida suficientemente, tanto que ya no sé lo que he vivido. Pero debo seguir contando una historia. ¿Y qué historia voy a contar, si prescindo por completo de lo que conozco, de lo que he vivido, de la galería de personajes tremendos y afiebrados que habitan mi familia? ¿Debo imitar a otros escritores tantas veces premiados, que ya no escriben sobre sus vidas, sino sobre las vidas de unas personas notables que ahora están muertas y sobre las que entonces es prudente y acaso conveniente fabular? ¿O debo perseverar en el tono personal, confesional, impúdico, en el relato despiadado, a secas, de los vivido?».

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La ambición del humor

9 May

Y luego intenta de un modo fallido, desesperado, hacerlos reír, arrancar una risotada sincera del público, al menos una, que es algo, la ambición del humor, que lleva al hombre a decir las cosas más deslenguadas, desmesuradas, reñidas con la moderación y el buen gusto, pero las risas y la elegancia son empeños que le resultan aparentemente incompatibles.

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Una libertad que nadie pueda arrebatarte

4 May

Si de verdad quieres tener poder, tal vez deberías aspirar a tener la mayor libertad posible, una libertad que nadie pueda arrebatarte, una vida sosegada y sedentaria que a nadie tengas que explicar, el poder insuperable de mandar a todos al carajo y hacer lo que más te guste o no hacer nada, que es generalmente lo que más nos gusta hacer, nada de nada: ver una película o un partido de fútbol o escuchar una canción o darle un beso a tu chica.

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El sueño eterno

27 Abr

John Lennon quería dormir y estar solo

Bukowski quería dormir y estar solo

Cioran quería dormir y estar solo

Jaime Bayly quiere dormir y estar solo

Freud quería dormir y estar solo. Se encerraba en su estudio, viajaba solo y caminaba solo.

Los cinco grandes hombres intentaban dormir y descansar pero los cinco vivían con una mujer y cuando más disfrutaban era cuando no estaban cerca de esa mujer, cuando podían acostarse a dormir sin pensar en el futuro, sin pensar en que pronto regresaría ella, haría ruido y querría hablar con el genio que suele encerrarse en su estudio y pide a gritos no ser interrumpido. ¿Por qué si eran tan inteligentes y amaban tanto la soledad y el descanso soportaron la convivencia con una mujer? ¿Cobardía? ¿Miedo? ¿Por qué Marguerite Duras sí podía vivir sola para escribir y estos genios no? ¿A los hombres geniales no les interesa el plan de vivir en una habitación propia como Virginia Woolf?

Unos recurren a la droga, otros al alcohol y ninguno de los cinco sabe lo que significa saborear el placer de dormir en estado de pureza, no saben lo que es el sueño natural. Lo que para ellos era apenas un sueño es para mí la realidad real de cada noche. Ellos saben que dormir bien es el gran tesoro y yo también lo sé. Ellos soportaban sus sueños artificiales y yo duermo cada noche como una santa. ¡Punto para mí!

Cuando veo la desesperación de estos hombres porque no saben vivir, porque aman la soledad pero el miedo no les permite entregarse a ella a cabalidad, cuando los veo deseando la tranquilidad como quien desea el mundo de la fantasía me pregunto por qué a los grandes hombres les cuesta tanto vivir de manera tranquila si es tan sencillo. Dormir es un arte y para ejercerlo bien el sueño debe ser profundo y no inducido. No hay nada más placentero que el sueño natural.

Jaime Bayly sueña con un hijo gay, un hombre que se ame a sí mismo por sobre todas las cosas y saboree el placer de descansar. Jaime Bayly es un hombre inteligente, sabe que la vida no tiene sentido y no vale la pena buscárselo. Lo único que de verdad importa es comer bien, dormir bien, no hacerle daño al prójimo y amarse a sí mismo por encima de todos los demás:

Quiero que James sea peluquero, diseñador de moda o decorador de interiores. Quiero que sea muy bello y persiga ciegamente la belleza y solo la belleza. Quiero que solo crea en lo que se puede ver y tocar, y se ame a sí mismo más que a todos los prójimos sumados y hacinados. Quiero que sea egoísta, ególatra, egocéntrico. Quiero que esté absolutamente fascinado de conocerse. Quiero que sus manos le den más placer que las de cualquier otra criatura humana.21698g

 

Suéltate el pelo

23 Abr

Eres gordita
no paras de fumar
(pero nunca fumas a mi lado
y te adoro por eso)
hablas como cantando un bolero tristón
tus ojitos cansados ruegan amor
y no hay nada que te guste más
que tomar champagne con los amigos
en esa espléndida terraza
frente al cerro santa lucía

no me has contado tu vida
pero sé que necesitas desesperadamente
un poco de amor
los labios de un hombre devorándote
el incendio de su piel con la tuya
tres orgasmos seguidos/por qué no
con un amante sucio
que se revuelque contigo
arriba del cerro santa lucía
o en la cama trajinada
de un motel de paso

sé que estás solísima
y el amor es una idea borrosa
y nunca un guapo se perdió en tus labios
sé que nadie te quiere a morir
ni siquiera tú misma
pues el otro día te pregunté
tomándonos una copa en la terraza
por qué tienes un hueco en el pelo
y me dijiste con una sonrisa desolada
porque a veces me vuelvo loca
me arranco mechones
y me tiro a llorar
en el piso del baño

quiero darte un consejo
con todo el cariño
que me inspira tu voz dulce
y sin embargo fatigada:
quiérete mucho
como nadie te enseñó a quererte
y suéltate el pelo
y deja de llorar en el baño
(sólo porque no encuentras a un hombre
que se encienda contigo)
y no fumes más
anda al gimnasio
ponte a trotar
suda tu pancita con cien abdominales
mírate rico en el espejo
y juega contigo en las noches
tócate/mímate/quiérete harto
hasta que llegue un hombre
que sepa querete y tocarte
mejor que tú misma

no sigas jalándote el pelo
porque así sólo vas a encontrar
a un hombre abusivo
que terminará de arrancarte
el poco pelo
que aún tengas

bota el cigarro
anda al gimnasio
y hazme caso
sé tu misma
el amante
que no encuentras

Jaime Bayly, 2001. Aquí no hay poesía.