Archivo | julio, 2018

La herencia de Pablo Escobar

16 Jul

Colombia pasa por una fase de fervor religioso y conservadurismo digno del doctor Manuel Antonio Carreño pero en un país de putas y traquetos, mujeres operadas y hombres que desean a esas mujeres operadas mejor conocidas como Bendecidas y Afortunadas.

Con el advenimiento de Alvaro Uribe III en el cuerpo de Iván Duque -mejor conocido como la marioneta o el masajista de El presidente- se viene para esta pobre nación olvidada de la mano de Dios una época de Oscuridad como sólo puedo imaginarse en el Apocalipsis y eso es decir poco.

Cuando Pablo Escobar murió pensábamos que el problema era el patrón del mal y que muerto el capo seríamos felices y prósperos, luego luchamos contra las FARC y aunque no fueron derrotados durante los dos periodos del doctor Uribe porque no hubo muchas bajas del grupo insurgente sino de jóvenes pobres e inocentes de diferentes zonas de Colombia que luego fueron reconocidos como Falsos Positivos -y en cambio sí negociaron y acordaron en el Gobierno de Santos- ahora Colombia no tiene un enemigo poderoso contra el que luchar y entonces se nos vino el castrochavismo, la lucha contra la ismierda y la caca del comunismo que no puede llegar a Colombia, un país soberano, democrático y amparado en la ley del monte, en el sistema de castas y la sociedad feudal. El dueño de este potrero se montó de nuevo en el poder gracias al excelente manejo del miedo, la mentira y la ignorancia que es lo que más funciona en estos tiempos tristes y confusos a nivel global.

Dicen los decires que Uribe escogió y entrenó a Duque para que no lo traicione y la cara de hombre sin voluntad de Duque nos dice que no lo va a traicionar. Uribe acumuló ira, sed de venganza y olor a sangre durante ocho años al verse burlado por Santos y ahora todos esperamos afligidos la mano implacable del Dios hecho hombre que viene a recordarnos que no soporta a los profesores, a los maricas, a los marihuaneros ni nada ni a nadie que no entienda que para él lo esencial es el orden y el pensamiento conservador, la mano dura y el corazón grande que a veces comete errores con las mejores intenciones como el Dios Implacable del Antiguo Testamento.

¿Cuál es el principal problema con el tercer reinado de Uribe en Colombia?

La herencia de Pablo Escobar, la inversión de valores que gracias al narcotráfico y la vida fácil sin trabajar lo degradó todo en Colombia. Los principios y valores que regían al colombiano y, especialmente, al antioqueño: trabajo duro, pensamiento conservador y primitivo, fe inquebrantable y machismo se mezclaron con lo opuesto a esos principios y valores. Ocho años no fueron suficientes para que el país entero despertara y el asunto es cada día más complejo porque se han apropiado de muchos cerebros que han perdido autonomía gracias a que papá Uribe tiene el poder y se hace temer en medios de comunicación, iglesias cristianas y redes sociales. Es el ojo que todo lo ve.

Pasamos de ser un país exportador de marihuana, cocaína y heroína a convertirnos en consumidores no sólo de estas drogas sino también de basuco, inhalantes y drogas legales usadas con fines recreativos. Nuestra juventud está secuestrada en un sueño que no debe ser tan placentero como el que vive el joven de un país desarrollado, educado, justo y en la legalidad. Las historias que se viven en los colegios y en los barrios populares son desoladoras porque las drogas no se usan y no se gozan sino se padecen y a veces se convierten en una pesadilla de la que es imposible salir por falta de recursos económicos y de formación para entender en qué momento los placeres se convierten en vicios y los paraísos artificiales en el peor infierno.

La prostitución dejó de ser vista como explotación y ahora se ve como un trabajo. Colombia es ahora el prostíbulo más grande del mundo y el narcoturismo atrae más turistas que las expresiones culturales y los museos. Muchas mujeres colombianas se prostituyen y el gran problema es que las tarifas son muy bajas y eso hace que lleguen muchos más turistas ávidos del servicio y más mujeres vean el asunto como algo normal y se vendan al precio más bajo; para muchas sigue siendo un honor tener clientes más altos y de piel más blanca que la de ellas.

La violencia contra las mujeres no para y ahora tenemos problemas globales de los que no escapa este pobre país sin esperanza: depresión, suicidio, desempleo, confusión mental.

Para superar los dos primeros mandatos de Uribe necesitábamos más de veinte años para tratar de empezar a salir de la miseria, para empezar a ver la realidad y reconocer la historia, lo que se vivió en los dos gobiernos de Uribe con cifras, con mapas y con nombres propios; estando de nuevo bajo el poder de la mano iracunda y con ansias de venganza es muy probable que el desastre que se avecina sea impredecible porque muchos nos preguntamos si se pueden volver a repetir todos los crímenes de ese pasado oscuro y la misma impunidad.

Corrección política y autocensura

16 Jul

En tiempos de desempleo escandaloso y de crisis general en todos los aspectos de la vida es imposible encontrar gente directa dispuesta a decir lo que de verdad piensa porque el miedo no les permite semejante lujo y privilegio aunque se trate de decir algo tonto y simple que todos sabemos pero no se puede decir porque estamos todos muy asustados y debemos parecer gente digna de ser contratada o lo suficientemente informada y consciente como para defender una Causa que nos abra puertas y amplíe nuestra lista de contactos de gente divinamente.

¿Carolina Sanín está buscando trabajo?

¿Por qué está tan desesperada y quiere demostrarnos que Petro es el que es?

Hay gente que hace dos meses era indiferente ante la política, después eran de izquierda, de centro o de derecha y ahora son de centro y van a votar por el candidato de derecha aunque se suponía que el centro está más cerca de la izquierda pero, bueno. Así es el Nuevo Mundo, todo cambia muy rápido.

Es tendencia ser de izquierda y nuestra Carolina Sanín es la nueva líder de la manada mamerta. Está de moda ser de izquierda como en otro tiempo estuvo de moda fumar marihuana, andar con mochila y sandalias o ser gay, bisexual o amante de los animales sin mucha convicción sino porque estaba de moda, porque era tendencia entre la gente sensible y buena.

El fanatismo de Caro hacia Petro ha desencadenado fanatismo hacia ella porque la pasión desencadena más pasión: si ella lo adora a él yo la adoro a ella y olvido toda su tontería acumulada durante años. No importa que la niña mimada y malcriada de más de cuarenta años siga posando de profesora autoritaria en programas de televisión con gente de derecha que parecía de centro, esa actitud no nos saca de la modorra a los nuevos súbditos de la nueva mamerta porque definitivamente es cierto que Gustavo Petro es tratado como un Mesías y yo también lo adoro y soy ciega y sorda y se observa mejor el asunto cuando se leen cuentas de gente que dice ser de izquierda, de derecha y de centro.

Ante un paisaje tan enrarecido y convencida de que la política es la filosofía y el arte de los tontos, viendo a Las feministas luchando por demostrar quién convoca más mamertos llego a la conclusión de siempre: lo que de verdad vale la pena es la literatura y la lectura, la política nos deja ver la faceta más infantil de los seres humanos y en estas elecciones ha sido tanto lo que hemos visto que no estamos seguros de si como dicen los verdaderos sabios: a veces es mejor no saber, no reconocer, no llegar al fondo de las cosas y no ver la verdad revelada de la gente que pensábamos que era inteligente y resultó ser la más tonta de las tontas o de la gente tonta que resultó ser más tonta de lo que habíamos imaginado.

La política: arte y filosofía de los tontos

16 Jul

Cualquiera que haya leído con juicio a los Artistas y a los Sabios sabe que las almas más grandes y las inteligencias más puras reniegan de la política porque todos los políticos son más o menos la misma persona ávida de poder y dispuesta a todo por conseguirlo y para conservarlo, gente a la que le parece muy emocionante tener súbditos a los que prometerá exactamente aquello que no puede cumplir: el cambio

No hay nada más tonto que prometer el cambio porque el cambio casi siempre ocurre entre un siglo y otro y no en periodos de cuatro años. La gente lo sabe, el político lo sabe, pero partidarios y políticos seducen con La palabra y todos terminan creyendo que las falsas promesas se pueden cumplir y cada cuatro años les vuelven a mentir y cada cuatro años vuelven a creer y todos los políticos mienten y pocos cumplen y el entusiasmo sigue intacto a pesar de las promesas.

¿La Naturaleza Humana está hecha de tontería?

La pregunta que debemos hacernos cada vez que pensamos en política es simple:

¿Por qué el ser humano es tan inocente y permite que le mientan una y otra vez?

Y después de hacernos esa pregunta debemos hacernos una pregunta todavía más importante para sentirnos un poco menos tontos que los politólogos:

¿Por qué hay gente que paga millones por estudiar Ciencias Políticas y luego creen que nos educan en las artes del Misterio y nos enseñan a Pensar en las redes sociales?

Pensemos en Sara Tufano, por ejemplo.

Pensemos en el entusiasmo de Carolina Sanín y Luciana Cadahia y su forma chic de hacer política al lado de sus chicos inteligentes pero sin talento, chicos despabilados que quieren ascender intelectualmente y posicionarse como Grandes Figuras de la Filosofía y las Letras pegados a la campaña ¡Petro Presidente!

¡No hay derecho!

¿De dónde salieron estos nuevos payasos?

Así dan ganar de vomitar ante la simple idea de volver a entusiasmarse con La política, con un político, el político del amor que vino a salvar el planeta.

De la pantalla al papel

16 Jul

La mayoría de la gente no sabe por qué usa redes sociales

La mayoría de la gente no sabe para qué sirve crear y nutrir un blog

La mayoría de la gente no sabe quién es, qué quiere, que le gusta, de dónde viene ni para dónde va.

En tiempos de redes sociales y de telefonía móvil todos parecemos nivelados por lo bajo, parecemos parte de la masa y nos confundimos con la masa para poder analizar a la masa de primera mano, sin intermediarios ni intérpretes. Puro trabajo de campo permanente y en pie de lucha no precisamente para adoctrinar sino para educar, educación con látigo hasta que todos entiendan la lección.

Hay quien cree que los lectores, los profesores y los intelectuales no deben estar aquí porque son gente seria y distinguida que no se junta con la masa infame y que sigue investigando a la usanza antigua, como en pleno siglo XX.

¡Ellos son los que se pierden la experiencia!

Desde 1999 publico en internet porque quería saber qué significa ir contra la corriente, no del papel a la pantalla sino de la pantalla al papel.

El papel es del siglo XX y la pantalla es del siglo XXI pero en todo proceso de transición pesa más lo antiguo, que se resiste a morir y a desaparecer como desaparece todo en la vida.

Como lectora de libros en papel que alcanzó a publicar en papel y luego se pasó a la pantalla puedo contarles que pasar de la pantalla al papel es mucho más revelador cuando se trata de seleccionar lo más bochornoso de un blog que lo más selecto de una serie de ensayos eruditos escritos por la intelectual seria y rigurosa que era yo entre 2000 y 2002.

La pantalla cambia los hábitos de lectura y el estilo en la escritura, que no es necesariamente trivial.

Leer en papel los textos que provocaron la ira de la horda produce risa y asombro porque en medio del cinismo hay momentos sublimes llenos de emoción no fingida, humor tan bueno que me hace reír a mí misma porque había olvidado algunos fragmentos sublimes y ahora la Apuesta consiste en pasar de nuevo a la pantalla aquello que pasó por el papel luego de haber pasado por la pantalla.

No voy a escribir cien libros para demostrar que tengo talento porque estoy segura de lo que soy, de lo que tengo y de lo que valgo. Van a ser sólo cinco libros que se devorarán unos a otros.

De Amando a Elsy odiando a Ensayista serán dos volúmenes y van tres con el libro de ensayos que escribí para enseñarme a vivir a mí misma. No me interesa volver a leer ese libro porque aprendí bien, casi de memoria, esas lecciones de vida y de sabiduría que me di a mí misma. Escribí esos textos para enseñarme a vivir y creo que valió la pena.

Los dos libros que faltan espero escribirlos durante los próximos veintidós años. Es un proyecto ambicioso y lograré la meta si empiezo a vivir mucho más despacio a partir del 9 de junio de 2020. Ese es el propósito inicial.

Las mujeres y el poder

16 Jul

A los cincuenta años muchas mujeres están muertas, enfermas, vencidas o amargadas porque descubrieron demasiado tarde, cuando ya no vale la pena lamentarse ante el tiempo perdido, que tanto esfuerzo no sirvió para nada. Creyeron en el esfuerzo, fueron educadas en el “feminismo” que no las liberó de nada sino que les encomendó nuevas tareas, el doble de las que hacen los hombres: las mujeres deben ser amables, deben competir con los hombres en el estudio y en el trabajo, deben ser madres, esposas, cocineras y buenas anfitrionas. Si no hacen todo eso no son buenas mujeres y en lo más íntimo de su ser parece que la mayoría de las mujeres sólo quieren ser madres y conseguir marido (por eso se “arreglan” tanto) y se engañan a sí mismas posando de académicas, intelectuales, políticas y empresarias porque al parecer esas tareas no forman parte de su naturaleza. Aspirar al poder, gozar del poder, luchar por el poder es más asunto de hombres, a las mujeres el poder no las excita, se excitan más con los adornos que compran, muchas trabajan para comprar adornos y por eso el marketing trata a las mujeres como niñas.

He visto morir y enloquecer a varias mujeres que soñaron con el poder y nadie sabe que existieron, que fueron mujeres aguerridas convencidas del camino que estaban recorriendo. A ellas, a las caídas en combate nadie las conoce, me conocen más a mí que he pasado la mayor parte de la vida comiendo, durmiendo y viendo sufrir al prójimo, viendo todos los días gente correr y morderse unos a otros, fingir desinterés, llegar a niveles grotescos de zalamería, hipocresía y autohumillación para demostrarse a sí mismos y a los demás que van a llegar muy lejos y no llegan a ninguna parte, es como si no se hubieran movido un sólo centímetro durante años. Hombres y mujeres, claro. Gente inocente corriendo detrás de la nada, buscando fama, fortuna o poder y casi todos fracasaron porque es poco lo que se puede hacer después de haber cumplido cincuenta años.

A las mujeres les va peor que a los hombres en su carrera hacia el fracaso porque las mujeres tienden a ser más entusiastas, se comprometen más, se esfuerzan más porque tienen que hacer el doble de esfuerzo que los hombres para que las reconozcan como inteligentes, por ejemplo.

Las mujeres artistas para ser famosas tienen que estar muertas y venden mejor la Obra las lesbianas, las locas, las tristes, las suicidas y las borrachas. Ser cualquiera de esas mujeres da un poco de risa porque no vale la pena tanto sufrimiento para ser reconocido como artista, sin contar con el hecho de que en vida pocas han gozado de esos placeres. La obra de una mujer se reconoce después de haber cumplido ochenta años o tres o cuatro metros bajo tierra.

Animal de compañía y no de tropa

16 Jul

Soy muy capaz de hacer y conservar amistades raras y exquisitas. Como me ato con tanto apetito a las uniones que son de mi gusto, me muestro, me abalanzo tan ávidamente que no puedo dejar de ligarme fácilmente y de dejar huella cuando me doy… por naturaleza me cuesta comunicarme a medias y con disimulo, y con esa servil y desconfiada prudencia que se nos ordena en el trato con esas amistades numerosas e imperfectas; y se nos ordena principalmente en esta época en la que no se puede hablar del mundo sin peligro o falsedad.

Montaigne

Siempre he sido amiga de una o dos personas

Más de una que de dos.

Esas amistades no han sido eternas y tranquilas como la de Montaigne y de La Boétie sino accidentas e intensas como las de Flaubert y sus amigos y amantes.

Mis grandes amistades han sido tan intensas que se debaten entre el amor, el odio, la pasión y el adiós para siempre entre gritos e insultos. Yo no grito ni insulto, a mí me gritan y me insultan.

Mi actual amistad es la más intensa de todas porque tuve el placer de conocer a un campeón que ha vivido mucho más que yo y le gusta lanzarse al vacío porque no sabe lo que es el miedo ni la moderación. Es ateo como el que más y no le tiene miedo a la muerte. ¿Se le puede pedir más a la vida? ¡Yo creo que no!

Es la amistad perfecta y se ha construido más o menos así:

Intercambio intelectual a primera vista, conversación cordial, café, conversación en la banca de un parque mientras yo fumo porque él no fuma y trato distante y respetuoso durante cuatro años. Conversación franca sobre la vida y el arte, almuerzos y cine. La flor de la calma en dos personas que se llevan muy bien y fluyen como ríos tranquilos que no van hacia ningún lugar en particular, sin propósito.

Inicio de una amistad mucho más intensa desde hace dos años en vista de que yo empecé a ser de nuevo una mujer soltera.

Empezamos a ir a otros sitios, a conocer a otras personas, a reírnos un poco más, empezamos a beber en su casa y en la mía y un día dije Mi casa es tu casa y él no dijo lo mismo pero se siente bien aquí y yo me siento bien allá y ahora bebemos un poco más hasta perder la memoria y a la mañana siguiente no sabemos cómo terminamos, cómo llegamos a la cama, a qué hora dejamos de reírnos con las guitarras y quién ayudó a quién a llegar al sitio del sueño para estar descansando luego un día entero como si no importara nada porque no importa nada y vale la pena conocer gente apasionada por la lectura, el cine, la música, las conversaciones de quince horas y las carcajadas en medio de la borrachera ante lo más ridículo y el llanto en medio de la borrachera ante lo más injusto.

Adictos a la pelea

16 Jul

Cuando era niña no me gustaban las muñecas sino ver boxeo con mi papá. Nos moríamos de la risa viendo caer al vencido y cada golpe nos emocionaba hasta el éxtasis.

Mi papá creció y dejó de ver televisión pero yo seguí viendo peleas con mis hermanos menores y no era boxeo lo que veíamos y nos mataba de la risa sino lucha libre, gente disfrazada posando de ruda, haciendo trucos y chistes de todo tipo.

Teníamos nuestros héroes y repetíamos sus trucos entre nosotros: dos niños y una niña de quince o treinta años (eso es asunto de la menor importancia) peleando en broma y repitiendo las frases emblemáticos de los payasos intimidantes.

Mis hermanos crecieron y dejaron de ver televisión, se convirtieron en gente seria. Yo sigo amando el boxeo y la lucha libre, pero como también dejé de ver televisión tengo que conformarme con la lucha virtual a través de la palabra.

Cada pelea ganada me vuelve a matar de la risa y a medida que pasa el tiempo encuentro menos pesos pesados que se quieran subir al ring conmigo.

Amando a Elsy odiando a Ensayista

16 Jul

Por sugerencia de mi sobrino decidimos recoger “mi obra” digital en volúmenes impresos para que no se roben mis bellas composiciones, para que los lectores del futuro sepan que esos textos fueron escritos por lo que Barthes, Ricoeur y Foucault llaman un Autor.

El primer libro recoge los ensayos publicados en revistas digitales entre 2000 y 2005, el segundo es la selección de los posts más poéticos, eruditos, memorables, graciosos, crueles, erótico-pornográficos, esotéricos, polémicos, los que casi me cuestan la vida, la honra, la dignidad y el trabajo desde 2006 hasta 2012.

Todavía no tengo un volumen en las manos pero se ve muy prometedor y el plan consiste en seguir recogiendo en libros lo más meritorio de aquí hasta el futuro.

Para que quede más claro el asunto vamos a compartir la Idea de mi sobrino de nuevo:

En 1996 -cuando yo tenía 26 años- nació un lindo bebé. Ese niño tiene ahora veinte años y es una de las personas más asombradas ante las dotes de la tía, me admira con locura desde que nació, lo nuestro fue amor a primera vista. Ha tenido el privilegio de compartir su vida entera conmigo aunque nunca hayamos vivido en la misma casa y ha sido testigo de mis procesos y mis cambios. Me lee con la emoción de la gente inteligente y se sorprende ante mi talento innato y mi versatilidad.

Nunca nos hemos dicho cuánto nos amamos porque no somos cursis, pero los dos temblamos de emoción cuando nos vemos y yo le cuento lo que hago, lo que leo, lo que escribo; le hablo de mis amigos y de los que se toman por mis enemigos, le doy consejos sabios, le regalo libros y le resumo con lujo de detalles mis libros favoritos, mis películas favoritas y después le cuento por qué es tan importante aprender a vivir y la forma en que debe ser usado el conocimiento: la ciencia, el arte y la filosofía. Siempre ha confiado en mí porque es una persona inteligente, es mucho más inteligente que yo, mucho más adelantado que yo y seguramente ve mucho más allá de lo que puedo ver yo y porque es un niño prodigio está un poco preocupado.

Está preocupado porque cree que soy muy despreocupada, porque llevo al límite el hecho de no darle importancia a nada, cree que algunos de los textos que he escrito aquí son tan buenos que podrían ser usurpados cuando muera y no es justo que eso pase. Cree que hay que tomar medidas al respecto.

Cuando me entero de estos hechos me siento como Van Gogh ante Teo, como Virginia ante Leonard, como kafka ante Max y debo reconocer que es muy emocionante. Mi sobrino podría llegar a ser mi Quentin Bell y eso sería maravilloso.

La madre de ese niño, es decir, mi hermana, me conoce desde hace mucho más tiempo, desde hace cuarenta y cinco años, para ser precisos; ella sí que conoce la historia de mi vida y es mi más ferviente admiradora, hemos estado juntas siempre aunque hayamos vivido muy poco tiempo en la misma casa y ella también sueña con ver esto que escribo mucho más allá de la pantalla. Durante años me ha pedido que publique un libro porque quiere verlo en su biblioteca, quiere ver mi nombre en el papel.

Le doy todas las razones para no hacerlo y ella siempre termina dándome la razón, pero al ver que el tiempo pasa, el material es mucho más abundante, aparecen más admiradores y algunos crueles detractores que sueñan con verme muerta, loca o perturbada, está decidida a hacer algo: si no lo hago yo lo hará ella, dice. Esta dispuesta a interceder por mí para convertirme en la autora que, según ella, merezco ser.

Mientras pienso en esas preocupaciones y propuestas -que no han sido manifestadas sólo por mi hermana y mi sobrino sino por quince o veinte personas más- pienso también en la gente insensible y descorazonada que me lee no con admiración sino con odio, pienso en esos seres perversos y malvados que sueñan con un final infeliz para mi vida y me ponen todo tipo de trampas y trabas para hacerme desfallecer. Trato de ponerme en su situación y creo entender la naturaleza de sus sentimientos, debe ser extraño encontrarse ante tantos contrastes, sé que algunos textos tienen la fuerza y la furia de la página escrita por un borracho o por un pobre hombre perdido en las drogas; otros son escritos con la claridad y contundencia de un gran erudito, no de una pobre y simple mujer; otros tienen la elegancia y la erudición digna de una dama de alcurnia y no de una simple ama de casa y otros -los más perturbadores- están cargados de un erotismo desbordante y malsano que no parecen hacer juego con el humor que se despliega en otras composiciones. Sospecho que el origen tiene que ver con la confusión, con vivir con la sensación permanente de que nada queda del todo claro y ante la incomprensión la salida más fácil es el odio, el sentimiento más vil y despreciable.

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Si los sueños de mi hermana y mi sobrino se ven truncados deben saber lo siguiente, queridos amigos y enemigos, admiradores y detractores:

Me basta con saber que estos textos han sido leídos con atención por millones de ojos de todos los tipos y colores durante los últimos diez años y han generado todo tipo de reacciones: desde peticiones de matrimonio hasta amenazas de muerte.

Me basta con saber que tengo la libertad absoluta para escribir lo que escribo sin preocuparme porque mis problemas con el alcohol o con las drogas son las que me llevan a escribir como escribo. Quien escribe no es una vieja borracha ni una marihuanera o heroinómana al borde del suicidio, no, lo que me domina siempre es la lucidez.

Me basta con saber que no estoy enferma, que esta “obra” es escrita desde la salud, la plenitud y la vitalidad, no desde la miseria de la vida.

Me basta con saber que mi salud mental es plena, lo que leen no son textos de una persona perturbada por la depresión, la locura y cualquier otra enfermedad de moda en nuestro tiempo.

Me basta con saber que no escribo desde una prisión, que mis gritos no tienen nada que ver con la impotencia ante la crueldad y el abandono al que me tienen sometida mis verdugos.

Me basta con saber que no escribo desde la pobreza, desde la miseria ni desde la ambición. No necesito que me paguen por escribir y tampoco espero enriquecerme a costa de la escritura.

Me basta con saber que soy una persona común que se da el lujo de caminar por cualquier calle, comer cualquier cosa y hablar con cualquier persona porque no tengo la marca del artista ni del intelectual.

Me basta con saber que estoy más cerca de los santos que de los sabios y de los humildes que de los arrogantes y que eso lo saben bien las personas que me conocen, especialmente mi hermana y mi sobrino.

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Si llegara a morir hoy o mañana o pasado mañana, sepa usted querido lector y querido usurpador, que esta obra ya tiene dueño. Hay dos personas que se quieren hacer cargo de ella: mi hermana y mi sobrino. Mi hermana es una mujer con una fuerza y una arrogancia mucho más fuerte que la mía, una mujer admirable y capaz de hacer todo lo que se propone y mi sobrino no es de este mundo, es un joven que todavía no sé cómo describir porque suelo desfallecer ante su simple presencia.