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La hijueputa esa (autoentrevista)

23 Ago

Quiero a este pueblo áspero, vivo, último tipo de las sociedades primitivas y que, al hacer alto a mediodía, tumbado a la sombra, bajo el vientre de sus camellas, se burla, mientras fuma su chibuquí, de nuestra valiente civilización que tiembla de ira.

Gustave Flaubert

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– ¿Por qué comenzamos con este fragmento de una de las cartas de Flaubert a Louise Colet?

– Porque siempre, cuando camino, recuerdo esa frase y me gusta mucho. Me gusta sentirme como el señor bajo el vientre de sus camellas, aunque no fume. La idea de descanso y de desprecio es lo que más me seduce.

– ¿Disfruta haciendo temblar de ira a la gente civilizada?

– Aquí no hay gente civilizada, recuerde que estamos en Colombia. Me gusta burlarme de la gente exitosa y de la idea que tienen de éxito.

– ¿Está pensando en Virginia Mayer y en las frases desobligantes que escribió ayer sobre usted en su cuenta de Twitter?

– Sí, estoy pensando en ella, todavía trato de entender por qué se descontroló tanto si no es la primera vez que me burlo de sus poses en este blog.

– ¿Será porque la ridiculizó más de la cuenta explicándole por qué no es Bukowski con vagina?

–  Probablemente.

– Hablemos de lo que Virginia Mayer dijo de usted anteponiendo a cada prejuicio el sonoro ¡La hijueputa esa!, una expresión tan colombiana. 

–  Dijo que no sé inglés, no he presentado obras en la feria del libro, no he entrevistado a nadie, no tengo una maestría y no he publicado en ninguna revista. Insinuó también que soy ama de casa.

– ¿Es cierto eso que ella dijo de usted? ¿En realidad es usted tan poca cosa? ¿No ha cosechado ningún triunfo? Trate de explicarnos de forma concreta y sin llorar qué piensa de esos juicios.

– Mi vida ha consistido en despreciar todo eso que ella aprecia y usa como carta de presentación. Se supone que sé inglés pero hago lo posible por pensar, escribir y hablar sólo en español. Creo que mi lengua materna es un tesoro y siendo yo hispanohablante no necesito presumir con el inglés o con cualquier otro idioma. Otra sería la historia si yo fuera rumana o japonesa. Mi política lingüística ha sido siempre clara: si quiere hablar conmigo aprenda español. Prefiero explorar el español que balbucear otras lenguas para parecer cosmopolita, globalizada o internacional.

– Ahora hablemos de las obras que usted no ha presentado en las ferias del libro.

– Las ferias del libro no me interesan ni siquiera para comprar libros, prefiero las librerías o las bibliotecas. Formo parte del campo intelectual y, como se podrá imaginar, casi toda la gente que conozco ha publicado por lo menos dos libros. La mayoría de mis amigos y conocidos han presentado sus obras en ferias de libro, bibliotecas, librerías, centros culturales, universidades… La idea de convertirme en vendedora de libros, de autopromocionarme, de hablar de mis procesos de escritura, de invitar a un amigo para que hable ante mí y ante un público inocente de lo inteligente que soy, de lo bien que escribo, de la pureza de mi estilo, de mis influencias, maestros y lecturas fundamentales tampoco me seduce.

Aunque usted no lo crea soy una persona humilde y sencilla y no soportaría sentarme a hablar de  mi cerebro en público; tampoco soportaría que alguien hablara de la grandeza de mi ser, la profundidad de mis ideas y la originalidad de mis palabras en mi presencia, para vender libros. Eso no lo soportaría, lo supe cuando vi a mis amigos pasando por ese espectáculo tan denigrante.

– Usted no ha publicado un libro . ¿Por qué?

– Porque no me interesa, cualquiera publica un libro en Colombia, es muy fácil, además tendría que promocionarlo, venderlo, venderme para vender mis libros. Eso es algo a lo que no estoy dispuesta, sería una experiencia muy fuerte para mí. Me parece más emocionante verme citada en otros libros, que se hable de lo que escribo aquí en las ferias del libro, estar ausente de cuerpo pero presente en la mente de las personas que hablan sobre escritura. Eso me gusta más, me parece un juego muy divertido.

– Virginia Mayer dice que usted no ha entrevistado a nadie. ¿Toma esa acusación precedida de ¡La hijueputa esa! como una gran ofensa?

– No he entrevistado a nadie porque no soy periodista, no me imagino entrevistando a nadie que no sea yo misma. Cuando Virginia me propuso un perfil para KienyKe, cuando me dijo que la gente quería saber quién era Ensayista, sentí lo mismo que siento cada vez que alguien se siente ante mí como ante un ser excepcional o digno de ser entrevistado. Cuando me proponen una entrevista pregunto siempre qué me van a preguntar y cuando me lo dicen quedo todavía más confundida y desilusionada porque los periodistas colombianos hacen preguntas muy estúpidas. No aspiro a entrevistar a nadie que no sea yo y no le acepto entrevistas a nadie que no sea yo, esa es mi política periodística.

– ¿Tampoco tiene una maestría?

– Sí la tengo y es gracioso saber que a la gente le importan ese tipo de cosas. Los títulos académicos significan muy poco para mí, casi nada. Lo que me importa de verdad es lo que he encontrado fuera del sistema educativo, eso ha sido lo mejor. 

– ¿Tampoco ha publicado en revistas?

– Si, he publicado en revistas, parece que no es fácil encontrarlas. Eso tampoco me interesa mucho, ni siquiera guardo los ejemplares que me envían por ser la Autora de uno de los textos publicados. La meta es no volver a publicar en ninguna revista impresa, rechazar todas las ofertas que tengan que ver con publicación de libros, participación en ferias y fiestas, columnas de opinión y participación en revistas. Todo está tan degradado que la mejor alternativa sigue siendo internet.  A eso le estoy apostando desde hace unos diez años.

– ¿Es usted ama de casa?

– Supongo que sí, no tengo mucama ni negrita, me ocupo yo misma de todo lo que necesito para vivir.