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Sólo hay una manera de alabar

1 Ago

Sólo hay una manera de alabar: atemorizar a quien se elogia, hacerle temblar, obligarle a ocultarse lejos de la estatua que se le erige, forzarla mediante la hipérbole generosa a calibrar su mediocridad y a sufrir por ella. ¿Qué es un alegato que no atormente ni perturbe, un panegírico que no mate? Toda apología debería ser un asesinato por entusiasmo.

Cioran

Carta de Virginia Woolf a Leonard antes de suicidarse

11 Feb
Esta es la carta de despedida de Virginia Woolf a su esposo. Este hombre admirable y sacrificado merece todo nuestro respeto. Ojalá todas las mujeres talentosas tuvieran la suerte de encontrar un esposo como este.
 
Querido: Siento con absoluta seguridad que voy a enloquecer de nuevo. Creo que no podemos pasar otra vez por una de esas épocas terribles. Yo sé que esta vez no podré recuperarme. Estoy comenzando a oír voces, y me es imposible concentrarme. Así que hago lo mejor que puedo hacer. Tú me has dado la máxima felicidad posible. Has sido en todos los sentidos todo lo que uno puede ser. No creo que haya habido dos personas más felices que nosotros, hasta que ha venido esta terrible enfermedad. No puedo luchar más. Sé que estoy arruinando tu vida, que sin mí tú podrás trabajar. Sé que lo harás, lo sé. Ya ves que no puedo ni siquiera escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo a ti toda la felicidad que he tenido en mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirlo — todo el mundo lo sabe. Si alguien hubiera podido salvarme ese alguien hubieras sido tú. Ya no queda en mí nada que no sea la certidumbre de tu bondad. No puedo seguir arruinando tu vida durante más tiempo. No creo que dos personas puedan ser más felices de lo que lo hemos sido tú y yo. 
 
V. 

Cavilaciones finales sobre Twitter explicadas a Catalina

24 Feb

Querida Catalina, gracias por tanto entusiasmo,  estoy acostumbrada a ese tipo de reacciones, pero siendo tú la Catalina que eres he decidido redactar mis cavilaciones finales sobre Twitter para ti.

Me preguntabas ayer si mi presencia en Twitter y mi escritura en blogs debe interpretarse como parte de un proyecto en el que me propongo analizar las reacciones de la gente, si analizo a los usuarios con el rigor con el que Rodolfo Llinás se ocupa del cerebro,  en un nivel casi científico; si siendo tan dulce como soy y escribiendo tan bien como escribo no valdría la pena recoger lo más  selecto de mis Pensamientos Superiores en un libro y yo vuelvo a decirte hoy lo mismo que digo siempre que una persona noble como tú se acerca con mirada dulce y me dice lo grande que puedo llegar a ser gracias a la escritura. La respuesta es no, no Catalina, no vale la pena, cualquiera escribe un libro, y además se leen más los posts y los tuits que las hojas de papel impresas. Mi pasado reciente y mi futuro es internet, si aparezco en libros seguirá siendo citada, como epígrafe, en una bibliografía o cuando un alma caritativa decide que mis reflexiones son tan profundas y eruditas que vale la pena verlas también en letra impresa.

Si publico un libro  tendría que hablar en público con un vendedor de libros, un editor, un amigo que diga lo excepcional que soy, que hable con mirada llorosa de mis similitudes con Borges, Joyce, Kafka… y no, yo no podría soportar tanta tontería junta (sin contar con el público que iría complacido a hacerle preguntas a la maestra, a decirle que la conoce, la ama y quiere ser como ella). Te lo dije anoche y te lo vuelvo a repetir: este es un juego gracioso, ser @ensayista es divertido, pero hay momentos en los que me desespera tanta admiración desmedida, tanto reconocimiento, tanta confusión alrededor de mi vida, nombre, honra, pasado, presente y futuro, tantas declaraciones de amor, odio y desconcierto.

Anoche sentí que sólo conoces este blog y lees algunos tuits.  Catalina, soy más grande de lo que te has podido imaginar. Soy la primera colombiana erudita que interactuó con masas enardecidas en espacios virtuales, empecé en chats, luego en comunidades con usuarios de Argentina, Chile, México y España; desde cuando surgieron las salas de chat, los foros y los blogs yo he estado ahí ¿tiene  sentido ser humilde? ¡no, la humildad no sirve para nada! El mejor recuerdo que me quedó de mis incursiones pasadas en foros y blogs, el público más exigente que he conocido es el de Argentina, fuero los únicos que lograron deslumbrarme un poco.

A los usuarios colombianos los conocí en  2010 a través de Twitter. Siempre que llego a una comunidad logro llamar la atención de una forma que a mí también me desconcierta, ¿cuál es el truco? supongo que está relacionado con la escritura, con lo que se dice y el modo de decirlo.

Este blog, desde el que estás leyendo estas líneas, tiene apenas un mes, pero he tenido otros blogs. El último lo creé en  2007 y lo abandoné hace un mes, mira, este es el enlace http://ensayista.blog.com.es/; lo clausuré porque puedo irme todas las veces que quiera, practico la cultura del desapego, me fascina el autor de Eclesiastés. Me preguntas dónde puedes encontrar todo lo que he escrito sobre Twtter, no es tan complicado, sólo debes dejarte guiar por los tags http://ensayista.blog.com.es/tags/twitter/