El encierro nos condena al uso desmedido de internet en el trabajo, para estar en contacto con familiares y amigos, para informarnos sobre la pandemia y para el ocio. En vista de que tenemos tanto tiempo libre porque no podemos desplazarnos a ningún lugar más allá de nuestro barrio muchos de nosotros nos hemos interesado en temas como la Ñeñepolítica, Memo Fantasma y Marta Lucía Ramírez, especialmente en sus negocios inmobiliarios con narcotraficantes y en su hermano traficante de heroína con red de mulas propia. Estas noticias han sido reveladas a través de medios alternativos gracias a investigaciones minuciosas de periodistas y abogados valientes que no le tienen miedo a Alvaro Uribe Vélez. Se basan en hechos reales que parecen sacados del mundo de la fantasía y cada semana quedamos con la boca abierta al ver los resultados de nuevas investigaciones.
Los periodistas y los abogados que han revelado estas noticias las están difundiendo a través de medios alternativos y estos medios alternativos están siendo celebrados por los políticos de izquierda que aunque no son santos -precisamente porque son políticos- son menos puercos y cínicos que los políticos de derecha. La izquierda simpatiza más con la verdad y la justicia que la derecha y los medios tradicionales -como buenas sirvientas de los bancos-, que son los que financian las campañas del futuro presidente de cada periodo, se ven obligados a ocuparse de las noticias que revelan los medios alternativos porque la realidad los desborda y porque cada mes aparecen más medios alternativos de gente comprometida con la verdad. La Nueva Prensa fue un gran precedente para que otras personas se animaran y le están apostando al periodismo arriesgado, al que está comprometido con la verdad, no con las conveniencias del banquero.
En este momento todos sabemos que las nuevas revelaciones no son un complot para acabar con la honra de Marta Lucía Ramírez y el “legado” de Uribe y por más que los medios tradicionales se empeñen en desprestigiar a los medios alternativos se está imponiendo la verdad a través de los hechos. Los medios tradicionales son Caracol, RCN, Semana, El Tiempo, El Espectador, La silla Vacía… y los medios alternativos son La Nueva Prensa, Contracara, Tercer Canal, Cuarto de hora, Pluralidad Z…
Uribe y los uribistas están recibiendo desde hace tres meses casi todos los días patadas en el estómago que los tiene al borde de la desesperación porque las noticias han dejado de ser locales y para ellos es imposible seguir ocultando o distorsionando la verdad. El mundo se está enterando de quién es Uribe, de todo lo que gira alrededor de Uribe, y la serie documental Matarife ha sido crucial en el fortalecimiento de los medios alternativos y en una nueva forma de ver la política en Colombia.
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