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Hazme un favor: ¡No me regales tu libro!

30 Jul

Soy gente de pocos amigos y de los pocos amigos que tengo el 98% son o quieren ser escritores. Publican libros y quieren que yo los lea sollozando de alegría y de asombro ante la Palabra hecha Verso o ante el Sentimiento hecho Poema, pero como soy tan exigente casi todos me parecen pésimos. Un absoluto bollo de mierda.

A veces tengo ganas de vomitar cuando leo los libros de mis amigos, ellos sospechan mis náuseas y se acaba la amistad porque mi silencio parece más aterrador que la crítica más implacable.

¿Cuántas amistades se habrán esfumado ya por culpa de un libro malo?,

¿Cuántos malos amigos he perdido ya por guardar silencio ante un libro hediondo?,

¿Cuántas personas se habrán ido desconsoladas porque me piden una lamida de culo para la contracarátula de su libro malo y no se imaginan un no de parte mía?

Seis o siete o quizá más.

Mis amigos insisten en ser escritores y creen que yo seré su crítica, parecen olvidar que soy una crítica implacable, que casi nada me gusta y que no doy abrazos gratis ni palmaditas en la espalda. Ellos esperan entusiasmados que yo diga que sus libros son Grandes Obras de Arte y siempre se estrellan contra un muro ante mi silencio aterrador.