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Zygmunt Bauman describe a Colombia sin conocerla

15 Nov

Las guerras y las masacres tribales, la proliferación de «tropas guerrilleras» o de bandas criminales y traficantes de drogas enmascarados como combatientes por la libertad, empeñados en diezmarse unos a otros, absorbiendo y aniquilando mientras tanto el «excedente de población» (la mayoría jóvenes, incapacitados para trabajar en casa y sin perspectivas); esta es una de las extrañas y perversas «pseudosoluciones locales a problemas globales» a las que los recién llegados a la modernidad se ven obligados a recurrir o, por decirlo mejor, están recurriendo.

Centenares de miles de personas, a veces millones, son expulsados de sus casas, asesinadas y obligadas a tener que arreglárselas lejos de las fronteras de su país. Quizá la única industria próspera en las tierras de los recién llegados (retorcida y, a menudo, engañosamente denominados «países en vías de desarrollo») es la producción en serie de refugiados.

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