El miembro más pequeño que ella haya visto jamás

27 Jul

En ese momento Justina se dio cuenta de que Gernande, por muy degenerado que fuera, tenía el miembro más pequeño que ella hubiera visto jamás: un órgano que, por su modesto tamaño de cacahuate, era un insulto a la especie. Peor aún, era tal su torpeza, que ni los mayores esfuerzos de los dos afeminados pudieron provocar que levantara su pequeña cabeza; colgaba sin vida, como si todos los esfuerzos de los activos afeminados fueran inútiles. Finalmente el conde abandonó la tarea, y empujando a los maricones hacia el aparato de sangrar, los incitó para que fastidiaran a la condesa; así lo hicieron con cachetadas, puñetazos y blasfemias… y mientras más la humillaban, más satisfecho se veía el conde…

Al darse cuenta Justina de que la tortura de la condesa podría ser menor si el conde alcanzaba rápidamente el clímax, empezó a esforzarse con el afán de lograrlo, y aprovechando todos los conocimientos adquiridos durante diez años de putería forzosa, se convirtió en puta voluntaria en nombre de la compasión. Y realmente su labor fue un gran éxito, pues momentos después de haberse empeñado en su desagradable tarea, el conde tuvo un orgasmo tal, que Justina, a pesar de sus viajes por todas los caminos de la perdición, no había sido testigo de otro igual. Tambaléandose, gruñendo, agitando los brazos y lanzando alaridos que podían oírse a leguas de distancia, el ruin monstruo casi estalló de placer, y finalmente cayó al suelo hecho un ovillo.

9788074842696

Una respuesta to “El miembro más pequeño que ella haya visto jamás”

  1. jansopina 1 agosto, 2015 a 14:12 #

    Esto es erotismo y sadomasoquismo puro, lo que es!…. si el marques de sade existiera en estos tiempos seguro su papel higuienico seria un libro de 50 sombras de grey.

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