El acuerdo al que llegaron los cientos de usuarios colombianos para hacer suspender la cuenta de Twitter @ensayista fue que cometí el delito de compartir información privada de algunos usuarios. Es una absoluta calumnia: toda la información y las fotografías que he publicado en este blog y en Twitter de la gente de la farándula colombiana y de las divas tuiteras la he encontrado buscando información en Google, es información que han publicado ellas mismas o que han divulgado en algún medio, cuando son imágenes siempre las tomo de Google o de Twitter. Se supone que es delito cuando se comparte información privada tomada de computadores o teléfonos sin autorización del propietario; cuando se comparten números telefónicos o números de tarjetas de crédito. Nunca he hecho eso, siempre he actuado respetando las normas.
En un comentario dejado en este blog por Estefanía Uribe Wolff ella asume que cometí los delitos de los que se me acusa y al parecer ella también fue una de las convocadas a ejercer el acto de censura. Asume también que estoy temblando de miedo y que nunca jamás volverá a escribir sobre las divas tuiteras, los escritores colombianos, los emprendedores y los influyentes porque tengo mucho miedo.
Como dice mi mamá: con esos amigos para qué enemigos:
Mira, baby, por más bajos que sean tus comentarios no vas a lograr que yo caiga en ese juego.
Jamás te retiré mi amistad, ni tampoco me he ensañado en tu contra.
Ahora, repito acá lo que te dije en Twitter: no fue una foto, fueron dos, y no fui yo quien pidió tomarlas (aunque si no lo hubieras hecho es muy probable que sí te lo hubiera pedido) sino que además quisiste que hiciéramos una Twitcam.
Yo simplemente enlacé un artículo (como seguiré haciéndolo) que me pareció lúcido y sensato.
Ese papelón que vienes haciendo de quedar como una pobre víctima de toda la triste humanidad que ha rozado tu existencia está bordeando ya con lo lastimero y lo absurdo.
No soy tu enemiga, así tú quieras graduarme de eso. Tampoco busco de ti todo eso que dices, porque la fama, Elsy, los seguidores, las cuentas con muchos o los blogs más visitados y todo eso que dices despreciar, a mí me repele y me tiene muy sin cuidado.
Deja de insistir -con falsa modestia- en que no eres nadie, cuando a lo que te dedicas es a demostrar el día entero lo contrario. Que eres alguien y qué haces u opinas ante cualquier suceso de índole mediática. Cuántas visitas recibes, cuántos seguidores, cuántos RT y hasta cuántos miles se tomaron la molestia de hacerte cerrar la cuenta anterior.
Yo creo que lo mejor que puedes hacer para que evites llegar a todas estas conjeturas que te sirven a tu causa como mártir es, aparte de tenerme bloqueada, dejar de entrar cada rato a mi Twitter a ver qué pongo o no, con quién y de qué manera me tomo fotos o qué partes muestro o no en mi cuenta de Instagram.
Por cierto, ya que te importa tan poquito todo lo que dices que te importa tan poquito, es hasta triste ver cómo evitas mencionar a tus “víctimas” con su nombre de usuario y has dejado de poner sus fotos por miedo a que te cierren tu actual cuenta en Twitter.
Besis
Comentarios recientes