Nota importante:
Si lees este post hasta el final es porque tienes cuenta en Twitter, me reportaste igual que cientos de imbéciles como tú y estás aquí arrepentido y avergonzado porque me amas, te importo y sabes que no será fácil olvidarme.
¿Aceptas las condiciones del servicio?
¿Vas a seguir leyendo?
¿No te da pena haber caído tan bajo con la mejor tuitera de Colombia?
¿No?
¡Bueno!
Entonces ahí va el mensaje:
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Me cuentan que me extrañas mucho y sueñas con mi pronto regreso. Te pareció muy gracioso reportarme en masa y no calculaste la fuerza del golpe. Ahora sí que soy Leyenda gracias al trabajo en equipo de un grupo grande de tontos como tú.
¡Gracias por los favores recibidos!
La gente como yo depende de la masa, no soy nada sin público y tú eres mi público desde que me censuraste en Twitter. Ahora vas a llegar a leerme por voluntad propia, entre humillado y ofendido.
¿Quieres seguir leyendo?
¿Sí?
Bien,
Entonces continuemos:
Sé que me admiran, me aman y se divierten con lo que escribo aquí y con lo que escribía allá. No insistan más, me perdieron para siempre. Su juego fue demasiado lejos. Me mataron en Twitter, no podrán volver a gozar de mis tuits maravillosos jamás.
¡Felicitaciones!
Como sé que se fascinan con mis fotografías les dejé un regalo de despedida, una pequeña muestra de las imágenes más deslumbrantes de este pequeño ser, espero que la disfruten mucho y adjunten las que les faltan a la carpeta Fotografías de Ensayista.
No me amen tanto, soy humana.
Su servidora incondicional,
Elsy Rosas Crespo Forverer
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