Cuando aprendí a leer descubrí la poesía y la filosofía. Me gustaba darle besos a los libros, coleccionar frases de los sabios y aprenderme de memoria los poemas más bonitos para recitarlos mientras caminaba; desde que nací creo que lo único que se debe cultivar es el arte de aprender a vivir.
Me aprendí muchos poemas de memoria, todavía recuerdo algunos pero la mayoría los olvidé. Este fue mi poema favorito desde 1979 hasta bien pasado el año 2000.
En paz
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
…Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Amado Nervo
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