Nos separó la risa

7 Mar

Hace diez años tuve la fortuna de conocer a Andrés

Como tenemos muchos rasgos comunes nos sorprendimos al coincidir en un instante concreto de tiempo y espacio con alguien tan parecido a nosotros mismos.

Sin pensarlo mucho confiamos el uno en el otro.

Sentíamos que teníamos una misión y que no podía ser casualidad que dos personas -como él y como yo- se conocieran por casualidad, como quien no quiere la cosa.

Porque nos conocimos por casualidad el 5 de mayo de 2005.

¡Sí!

5 – 5 – 5.

El día en el que el Universo prometió que ocurrirían cosas maravillosas a quienes estuvieran preparados y él y yo estábamos preparados para lo mejor.

Y fue maravilloso conocernos como si nos conociéramos desde mucho tiempo antes y descubrir hasta el último día que no nos habíamos equivocado al confiar desde el primer momento (es importante anotar que nos conocimos a través de la escritura en una sucia sala de chat cuando la mayoría de los usuarios de esos espacios virtuales eran maricas desesperados que buscaban a alguien con quien pasar un aburrido fin de semana en un sucio cuarto de motel). ¡Ahí, en un contexto sórdido y banal, nos conocimos él y yo!

Nos escribimos menos de media hora, nos vimos cara a cara un poco después y así comenzó la historia:

Dos persona que no confían en la condición humana decidieron confiar ese día sin saber por qué y no se equivocaron.

¿No es maravilloso?

Y nos sentimos en el mundo de la Fantasía desde el primero hasta el último día.

En alguna medida el Universo nos cumplió.

***

Pasó el tiempo y aunque nos divertíamos como locos no ocurría nada realmente extraordinario aparte de la dicha de estar juntos, que no era poca cosa.

Pero nosotros queríamos mucho más, pasamos diez años esperándolo y eso que esperábamos, que no sabíamos exactamente qué era, no llegó.

Andrés es trece años menor que yo

A veces pensábamos que yo le robaba la vida mientras alargaba mi juventud de manera desproporcionada,

Con mucha avaricia.

Mucha gente lo pensaba con una mezcla de envidia y de recelo (especialmente los hombres y las mujeres, a los perros y a los gatos -en cambio- les simpatizábamos mucho cuando íbamos al parque en pareja o cuando saludábamos a la perra de la vecina).

***

Durante diez años hicimos más o menos lo mismo

Y eso no es sólo sabio sino afortunado.

Nuestras rutinas nunca nos agotaron

Nunca deseamos abandonarnos a nuestra suerte.

Como nos gusta jugar y como nuestra vida ha consistido en sonreír a costa de la tontería ajena

Ahora vamos a jugar a que paramos el juego justo de diez años

Con la ilusión de volvernos un poco serios.

Nos vamos a poner de nuevo en manos del Destino

Con la ilusión de conocer a otras personas,

Vivir otras vidas con otras personas que nos hagan ver el mundo de otra manera porque nos lo merecemos,

Mucho más él que yo porque yo he vivido más y me quedan menos años de vida si es que llegamos a morir de viejos.

7593971_0fbb31c204_m

12 respuestas to “Nos separó la risa”

  1. carlos 7 marzo, 2015 a 22:09 #

    Divino !

  2. Lorena. 8 marzo, 2015 a 1:01 #

    En este blog he descubierto autores, sentimientos, líneas valiosas, distintos filtros ante situaciones complejas y banales, pero sobre todo me agrada leer este tipo de cosas, esas que no provienen de quien posa con falsa modestia de erudito.

    A mi la rutina no me aburrió, pero soy muy joven, demasiado joven y no estuve dispuesta a esperar diez años eso que jamás llegó. Pero pasaron cinco, la mitad, con una persona muy especial, un Andrés, con quien llegué a esa misma conclusión de «dejar que el destino sorprenda», aunque en el fondo sabíamos que esa sorpresa tampoco llegaría.

    Tal vez fue por cambiar la cuna por la cama doble que la vida se nos pasó tan rápido a los dos, hasta que un día las miradas furtivas no estaban, ni la charla sincera, esa de interés genuino que uno tiene con su pareja cada noche antes de apagar la luz.

    La misma que aparece por la mañana cuando se toma el primer café.
    Se había esfumado.

    Quisiera que él me viera como te ve a tí Andrés, como su amiga. Supongo que asumirlo de esa forma requiere madurez y pantalones, y a él la una le falta y los otros le quedaron grandes. Duele reconocerlo.

    Me parece hermoso haber vivido tantas cosas y estar en calma. No comprendo cómo hay personas que tras una separación hablan mal de sus exparejas, eso habla mal de sí mismos, de su elección. Además, en una década buena parte de lo que uno es, lo construyó otra persona ¿por qué renegar?

    El juego de parar ¡qué movida más compleja! pero cuando se avanza a pasos distintos, por caminos diferentes, la mejor jugada es saber parar.

    Hermoso post.

  3. elsyrosascrespo 8 marzo, 2015 a 1:07 #

    Creo que sé quién eres.

    • Lorena. 8 marzo, 2015 a 1:51 #

      ¿Quién? Jajajaja. La verdad es la primera vez que dejo comentarios, usualmente cuando hay cosas que me gustan de este blog las apunto en una agenda, pero este tema lo siento tan cercano. Demasiado.

  4. Romantisismica 9 marzo, 2015 a 16:12 #

    Una genuina historia de amor.

  5. Humberto 27 marzo, 2015 a 23:24 #

    Esta es la Elsy auténtica, que escrito tan maravilloso. Suerte para usted y para Andrés, que el amor los atropelle.

  6. Vania 28 marzo, 2015 a 3:06 #

    Esto, es muy hermoso.

  7. viajeapie 1 abril, 2015 a 1:47 #

    Llegué a este blog a través de twitter, específicamente por el post de «La amistad según Gustave Flaubert». Se me quedaron algunas palabras rondando la mente y, como disfruté de ese post, opté por seguir husmeando en el blog. Luego leo esto y en sus palabras «Durante diez años hicimos más o menos lo mismo. Y eso no es sólo sabio sino afortunado» vi de nuevo a Flaubert, pero sin citar. Aún así está chévere su historia. De algún modo me vi repitiéndola en algunos aspectos, aunque en mi caso puede ser afortunado que no haya durado diez años, sino tan sólo unos días.

  8. Laura 17 abril, 2015 a 18:30 #

    Bueno ojalá les vaya bien en sus vidas.

Replica a Lorena. Cancelar la respuesta