Uno se ve lanzado de un lado a otro. Ese es el mejor impulso vital y estímulo que se puede tener. Si se limita a amar, está perdido. Si se limita a odiar, está perdido igualmente. Sin erotismo no hay nada vivo. Ni siquiera los insectos, que lo necesitan también. Salvo que se tenga una idea muy primitiva del erotismo. No es ése mi caso, porque siempre procuro superar lo primitivo. No necesito una hermana, ni necesito una amante. Todo eso se tiene dentro y a veces se puede utilizar, si se quiere. La gente cree siempre que aquello de lo que no se habla sin más no existe, pero eso es una tontería. Un anciano de ochenta años, que está en cama en algún lado y no ha tenido esa clase de amor desde hace cincuenta años, tiene también su vida sexual. Al contrario, se trata de una existencia sexual mucho más estupenda que la primitiva. Yo prefiero observarlo en un perro y no perder fuerzas ya.
Thomas Bernhard
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