La sociedad del ocio es una apariencia que encubre cierto tipo de la producción-consumo del espacio-tiempo social. Cuando el trabajo productivo propiamente dicho se reduce, el ejército de reserva de la vida industrial es empleado en el consumo. Todo el mundo es sucesivamente obrero y materia prima en la industria de las vacaciones, del ocio, del espectáculo. El trabajo existente es el alfa y el omega de la vida existente. La organización del consumo más la organización del ocio debe equilibrar exactamente la organización del trabajo. El «tiempo libre» es una irónica medida en el transcurso de un tiempo prefabricado, rigurosamente hablando, este trabajo no podrá ofrecer más que este tiempo libre, tanto para la élite ociosa -que de hecho cada día se vuelve más semi-ociosa- como para las masas que sólo acceden a un tiempo libre momentáneo.
Cuestionario. En Textos situacionistas. Crítica de la vida cotidiana.
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