Algunos suponen que además del gran engaño original se organiza en cada caso un pequeño engaño particular especialmente destinado a ellos, esto es, que, por ejemplo, cuando se representa un drama amoroso en el escenario, la actriz no sólo dirige una sonrisa hipócrita a su amado, sino que reserva, además, una sonrisa con segundas intenciones a ese espectador concreto situado en el gallinero. Eso es ir demasiado lejos.
kafka
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