Libertinaje, del espíritu, impotencia del corazón; ambos hacen que se viva sólo por curiosidad y se muera diariamente de lasitud. Cada uno de nosotros se parece al viajero que ha recorrido un gran país y contemplado cada tarde al sol, que antes doraba espléndidamente la ruta y ahora se encuentra sumergido en un horizonte trivial.
Charles Baudelaire, en La Fanfarlo.
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